El heterogéneo director David Fincher destaca especialmente en el género de intriga y suspense. Sus películas, por regla general, están lejos de ser convencionales, y suelen romper moldes en algún aspecto.
"The game" es un thriller que está por encima de la media de calidad de este tipo de cine. No solamente está perfectamente dirigida e interpretada, sino que su argumento no es un mero refrito de tópicos. Con un planteamiento tan sencillo como atractivo, seguiremos las andanzas del protagonista en un juego del que no sabemos ni los jugadores, ni las reglas ni el objetivo final.
¿Es una farsa? ¿Es un fraude? ¿Son solo actores o delincuentes los que han montado todo este tinglado? Es imposible saberlo al principio.
Otra baza del film es el actor Michael Douglas. Su actuación hace que a los pocos minutos ya conozcamos bien al personaje, además de caernos mal. Este ricachón sin personalidad ni nada en la vida que no sea su dinero y posesiones materiales, poco a poco tendrá que adaptarse en este extrañísimo juego de supervivencia.
Sean Penn sale poco pero también se come la pantalla
2 horas que enganchan tanto que se pasan en seguida. Y está llena de giros y sorpresas, como debe ser.
Lo único malo es lo que pongo en el spoiler y la banda sonora, que es excesivamente pesada con ese piano de notas poco melodiosas.