Este par de actorazos, a pesar de que en los últimos años han caído en picado tanto en la calidad de su filmografía como en sus interpretaciones, siguen y seguirán contando con el respeto de la crítica y del público.
Ser los protagonistas de la saga "El padrino" es, con toda seguridad, lo que ha hecho de estos hombres que sean leyenda viva del cine.
Ambos han tenido carreras paralelas. Los dos tienen más o menos la misma edad, apellido italiano, han interpretado al diablo y hecho adaptaciones de grandes clásicos.
Juntos solo habían coincidido en la estupenda "Heat", pero como antagonistas y sin apenas compartir plano.
Así que, a priori, "Asesinato justo" era un sueño cinéfilo hecho realidad. Un título con estos dos monstruos trabajando como compañeros en una historia policíaca.
Desgraciadamente, el resultado es un total desperdicio.
Empezamos con el guion, que es demasiado simple y poco original. Un asesino en serie que mata a delincuentes que han escapado del sistema (como en "Dexter").
Vale que la idea no sea genial, pero lo malo es que el desarrollo tampoco lo es. La película no tiene personalidad propia. No transmite emoción ninguna porque apenas tiene interés.
Y ni siquiera cuando aparecen estos dos monstruos de la actuación podemos sacar algo destacable, porque se limitan a leer sus frases y ya está. No hay intensidad dramática ni escenas en las que puedan dar rienda suelta a sus capacidades. Están para cobrar el cheque. Es que más bien parece un capítulo largo de cualquier serie policial.
Una auténtica pena.