Empiezo a estar harto de que alaben bodrios como el sombrero de un picador. Se está poniendo de moda darle todos los premios a películas aburridísimas que casi nadie se da cuenta (o no se atreven a decirlo) de que son excrementos pinchados en un palo.
Hay ejemplos por un tubo en los últimos años: "Juno", "Birdman", "Spotlight", "Lincoln", "Boyhood", y un larguísimo etcétera con el que podría llenar cuatro párrafos.
Pero lo que me enfada no es que pase eso, sino que precisamente por ello (las críticas), termino picando y viéndolas, perdiendo un tiempo valioso que se podía emplear en cualquier otra cosa más útil.
Ahora toca despotricar, una vez más, de un tostón elogiado, en este caso español, lo cual es lo de menos.
Lo primero es poner verde a los actores de doblaje. En un país donde tenemos grandes voces en ese sector, no me parece de recibo que hayan hecho este estropicio sonoro, especialmente con la niña protagonista, que parece un personaje de dibujos animados con esta voz. Y no es la primera vez que me encuentro algo así en una película de producción catalana. ¿Se merece un doblaje peor que las americanas? Yo creo que no.
Bueno, pues vamos al lío. La película no tiene argumento. Es puro vacío, por mucho que algunos puedan defenderla diciendo que "retrata la realidad", o cosas por el estilo. ¡No me vale!
Ver a estas niñas jugando con muchísima naturalidad, casi como si las estuvieran filmando con cámara oculta, podrá gustar a algunos, pero a mí me parece un tedio superlativo, y nada más que un mero truco para llenar tiempo en una película completamente hueca que no nos cuenta nada.
Verdaderamente, lo único que hay de especial es la enfermedad de la niña, y al final no se centran casi nada en eso.
¡No pasa absolutamente nada! Ver esta película es tan divertido como mirar cómo crece una planta en tiempo real.
Todas las escenas, desde la primera a la última, se buscan de algún modo una excusa para alargar el tiempo de metraje con más y más minutos de vacío.
En serio, hay que hacerse esta reflexión. ¿A quién le puede importar o siquiera entretener lo más mínimo una sucesión de hora y media de momentos cotidianos?
El cine debe ser evasión, yo diría que casi por definición. Nos debe contar historias interesantes que se salgan mínimamente de lo habitual de nuestras vidas, si no ¿qué diversión me aporta?.
Personalmente, no siento ningún interés por algo tan normal que casi no parece un relato de nada. Para ver insulsas vidas ajenas en las que no acontece nada del otro mundo, para eso me quedo con mi propia vida, que por lo menos es mía.
Sospecho que se han inspirado un poco en la muy sobrevalorada "Boyhood" (véase mi extensa crítica de la misma), y a mí me está quedando una reseña también un poco parecida a aquella.
Mejor no gasto más tiempo escribiendo y me limito a decir que este film es una "meretriz boñiga" (traducir libremente estas dos palabras por los sinónimos malsonantes que primero se os vengan a la cabeza).