Estamos ante una maravillosa producción, sensacionalista, millonaria, grandiosa, futurista, en pocas palabras espectacular, para pasar un rato y maravillarse ante la vista espacial de la tierra, y diversos artefactos tecnológicos espaciales, y mucho de ingravedad, de vacío, estando además muy bien hecha técnicamente, impecable montaje y un ritmo con el que el director juega gloriosamente para manipular las emociones del espectador, y la fotografía es de ensueño, mas aun tratándose del espacio.
Ahhhh, pero verdad que estamos hablando de cine, por momentos lo olvidaba. El asunto es que no hay guión, no hay densidad, no hay profundidad, todo lo que hay es lo que vez, y una, maravillosa por demás, bella ella toda, Sandra Bullock como loca buscando regresar a la tierra, eso sí, con una excelente interpretación de lo que estaba viviendo la chica astronauta, que le valió diversas y merecidas nominaciones a premios.
Más allá de lo que enseña en trasfondo, o deja por ver, la catástrofe, la historia de la hija de la protagonista, etc, etc, etc., todo usado muy vagamente como excusa para mostrar, mostrar, mostrar, apoteósicas imágenes y sonidos innovadores, no hay mas nada.
Es una película para verla necesariamente en una sala de cine con una pantalla gigante, con excelente sonido, en 3D, si es posible 4D, y mejor aun si es de esas 4DX de ahora, muchas cotufas, y dejarse llevar por todas esas sensaciones y emociones vividas en el espacio, para luego salir como se hubiese ido a la montaña rusa o algo así, pero no es de las que se tendría en la colección para verla alguna que otra vez, a no ser que seas el director.
Si la película tuviese contenido, guión y profundidad sería posiblemente la película del siglo, lo que si, fue un excelente golpe taquillero para los productores de la misma.