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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
9
Fantástico. Aventuras. Acción Las fuerzas de Saruman han sido destruidas, y su fortaleza sitiada. Ha llegado el momento de decidir el destino de la Tierra Media, y, por primera vez, parece que hay una pequeña esperanza. El interés del señor oscuro Sauron se centra ahora en Gondor, el último reducto de los hombres, cuyo trono será reclamado por Aragorn. Sauron se dispone a lanzar un ataque decisivo contra Gondor. Mientras tanto, Frodo y Sam continuan su camino hacia ... [+]
12 de enero de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El retorno del rey cierra la trilogía de El señor de los anillos de la mejor forma posible: superando a sus dos predecesoras. Eso, teniendo el cuenta el nivel de las dos, convierte a ésta en una guinda perfecta.

Peter Jackson hace bueno el "big, bigger, biggest" que tanto gusta en Hollywood y se supera creando una película sin igual. Si en Las dos torres nos encontramos con la magistral batalla de El abismo de Helm, aquí el señor Jackson rompe todas las barreras con la batalla en Minas Tirith, en la que incontables legiones formadas por todo tipo de criaturas, a cual más pintoresca, luchan a muerte en una larguísima escena con un posicionamiento de cámaras y un apartado visual impecables. Los personajes envueltos en la batalla son los que ya conocemos (Aragorn, Gimli, Legolas, Gandalf, el Rey Theoden... etc) y frente a ellos tienen a un número incalculable de orcos y uruk-hai acompañados por hombres, trolls y el Señor de los Nazgûl a la cabeza. Por otra parte, asistimos al último tramo del viaje de Frodo y Sam para destruir el anillo y vemos Mordor por dentro, en la que es la linea principal de la película pero tal vez (a mi entender, así es) la menos interesante. El trabajo digital es sencillamente insuperable, creando criaturas, explosiones e incluso lugares enteros con un realismo que deja al espectador pegado a su asiento.

Elijah Wood da un paso al frente. Pese a que su personaje pierde peso en pantalla por momentos, es en esta tercera entrega cuando más se pide del actor y él responde de maravilla. Sean Astin da una lección interpretativa y se consolida como la parte más humana de la trilogía gracias, en parte, a su impresionante expresividad facial. Viggo Mortensen pasa a ser el protagonista con todas las de la ley y, fiel a su estilo, no solo no defrauda sino que aporta mucho a su personaje. Ian McKellen cumple tan bien como siempre. Jonathan Rhys-Davies y Orlando Bloom cierran la alianza que les convierte en la pareja estelar de la película (junto a los encantadores Dominic Monaghan y Billy Boyd) con un duelo particular de lo más divertido en plena batalla. Andy Serkis vuelve a realizar un trabajo impecable dando vida a un Gollum que es ya parte de la historia del cine. John Noble está comodísimo en su papel y eso se nota por la naturalidad con la que interpreta a un personaje tan difícil de comprender para la mayoría de las personas. Miranda Otto, simplemente excepcional.

Resumiendo, que es gerundio: se cierra la trilogía más famosa de nuestra era con una película que encabeza el ranking de más Oscars junto a Ben-Hur y Titanic pero que es la única de las tres que se llevó a casa los 11 para los que estaba nominada. Eso son solamente reconocimientos, a veces merecidos y otras no, pero no cabe duda de que El señor de los anillos es mucho más importante que las estatuillas, porque es puro cine moderno. Todo un ejemplo a seguir.
Grijander
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