Adaptación interesante del videojuego a la gran pantalla que trata de beber mucho de las tramas y el estilo de las aventuras digitales de la franquicia en Nintendo DS. Además, como principal baza, respeta el arte del original y crea su propia mitología, adentrando al espectador en un mundo steampunk muy llamativo, que nos sitúa a principios del siglo XX.

Con una puesta en escena elegante, la historia se desarrolla a buen paso, aunque hay momentos en los que se enreda por culpa de hacer el guión más enrevesado de lo que debería. La animación fluye como el agua y hay momentos muy deudores de la saga digital como el entramado de investigación con diferentes rompecabezas. La acción es buena cuando se hace patente y está llena de personajes muy bizarros, dando el protagonismo a Layton y sobre todo a Luke. La trama parece compleja, pero según avanza la historia, se despeja cual ecuación, dejando una película de animación muy aseada, ideal para que la visualicen niños y mayores y sobre todo fans de la saga. Como director de esta buena cinta encontramos a Masakazu Hashimoto (Fullmetal Alchemist), que demuestra un gran conocimiento del medio y aporta entretenimiento y calidad a una película que, aunque no sea un bombazo de la animación japonesa, cumple con su cometido a la perfección: homenajear en la pequeña y gran pantalla a uno de los iconos de los videojuegos de los 2000 como es el Profesor Layton.

Por cierto, es inevitable no pensar en el Sherlock Holmes de Hayao Miyazaki cuando se disfruta de esta película. Se nota que bebe mucho del maestro de la animación japonés.