Hoy día, si alguien quiere ver cine de acción, thrillers, policíacos e incluso terror de calidad, en los trabajos que se hacen en Corea del Sur puede tener asegurado casi al cien por cien encontrar películas que como mínimo resultan muy entretenidas. Aquí tenemos otro ejemplo.

No es de las mejores películas surcoreanas que he visto, pero teniendo en cuenta la enorme calidad de algunos de los títulos surgidos de este país, ya tiene que hacerse muy bien para entrar en esa lista de elegidas. Sin embargo, esta "Ciudad sin ley" cumple su cometido y ya es bastante mejor que la práctica totalidad de películas policíacas de acción llegadas desde Hollywood durante los últimos años. Aquí tenemos lo que muchos echamos en falta desde hace tiempo en el cine americano de dicho género; con violencia cruda, tipos duros y con un carisma ajeno al postureo molón que tanto se lleva en Occidente, además de mostrar comportamientos que en nuestra posmoderna sociedad actual resultarían en la mayoría de los casos inaceptables para el blando público norteamericano y occidental en general.

La trama es bien simple y al final lo que busca la cinta es, básicamente, entretenernos y hacernos esperar la próxima burrada a manos de un cruel hampón y sus secuaces con la que poder ir conquistando los barrios más difíciles de la ciudad surcoreana en la que se desarrolla la acción.

Como punto negativo diría que se echan en falta escenas de acción con armas de fuego, ya que estas están centradas básicamente en peleas a puñetazo y machetazo limpio entre policías y maleantes. Aun así, debo insistir en lo muy entretenido que resulta el visionado de la película.