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Voto de palomacueto:
76,142
Drama. Thriller
República Democrática Alemana, año 1984. El capitán Gerd Wiesler (Ulrich Mühe), un hombre solitario, es un competente oficial del servicio de inteligencia y espionaje de la Stasi, la todopoderosa policía secreta del régimen comunista de la RDA. Sin embargo, cuando le encomiendan que espíe a la pareja formada por un prestigioso escritor (Sebastian Koch) y una popular actriz (Martina Gedenk), no puede ni siquiera imaginar hasta qué punto ... [+]
31 de octubre de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Berlín, 1984. Un capitán de la policía secreta de la RDA, (Wiesler, interpretado por Ulrich Mühe) se encarga del espionaje de un artista y escritor del bando socialista sospechoso de actos o colaboraciones en contra de la república. Un espionaje de 24 horas con completa información de las actividades y diálogos que el poeta tiene en su casa, junto con su pareja, una famosa actriz de teatro.
Wiesler no sabe hasta qué punto le va a repercutir esta tarea. Vivir en la vida de esos dos artistas. Escuchar sus palabras, su música, su pasión, su amor. Hasta llegar a hacer cosas que nunca pensaría posibles de hacer, debido a su cargo y su fidelidad con la Alemania del Este.
No se trata de buenos y malos, ni de bandos correctos o no. Se trata de ideologías de vida, de moralidad, de la lucha por la libertad de expresión artística, del amor.
Se trata de la sonata del buen hombre. Y en esa sonata, la política no existe.
Impresionante obra maestra; se te mete en la piel, en el corazón, y en una parte del cerebro llamada conciencia. Bravo. (9,5)
Wiesler no sabe hasta qué punto le va a repercutir esta tarea. Vivir en la vida de esos dos artistas. Escuchar sus palabras, su música, su pasión, su amor. Hasta llegar a hacer cosas que nunca pensaría posibles de hacer, debido a su cargo y su fidelidad con la Alemania del Este.
No se trata de buenos y malos, ni de bandos correctos o no. Se trata de ideologías de vida, de moralidad, de la lucha por la libertad de expresión artística, del amor.
Se trata de la sonata del buen hombre. Y en esa sonata, la política no existe.
Impresionante obra maestra; se te mete en la piel, en el corazón, y en una parte del cerebro llamada conciencia. Bravo. (9,5)
