Tenía pendiente ver esta película desde las Navidades pasadas y, sin tener más que una referencia muy genérica del argumento y sin haber leído las críticas entusiastas aquí vertidas, me puse a verla en una aburrida tarde de abril de 2023 sin grandes expectativas y… ¡Guau! ¡Qué pedazo de película! Sencillamente magistral, toda una lección de cómo narrar una historia bien contada, con aventura, con humor, con unos personajes estupendos y, sobre todo, con un mensaje claro y contundente: estamos en este Universo de paso y más nos vale aprovechar nuestra breve estancia en él porque al final todos, absolutamente todos, nos vamos a encontrar con el Lobo Feroz. Como digo en el título, estamos ante una estupenda lección de vida para jóvenes y adultos en una película animada para niños. Puede que a los espectadores más pequeños se les escape la moraleja, pero no se me ocurre mejor forma de explicarle a un niño qué es la vida y qué es la muerte que viendo con él esta película.

Como ya han señalado otros comentaristas, si bien todos los personajes están muy bien y la voz de Antonio Banderas insufla vida al personaje de un Gato con Botas con miedos existenciales, hay uno que sobresale por encima de los demás, en especial en la parte final de la película: la Muerte, encarnada en el Lobo Feroz y anunciada por su inquietante silbido. Cada vez que aparecía en pantalla (y lo hace solo lo justo) me venía a la memoria el personaje de La Muerte que jugaba al ajedrez con el caballero cruzado en “El Séptimo Sello”, la película de Bergman de 1957. Y es que daba igual cuánto durase la partida o cuánto huyese el Gato: al final, la Muerte siempre te da alcance, es inevitable.

En el aspecto técnico y artístico, pues poco que decir: estamos ante una genialidad que combina con sabiduría el 3D típico de la animación moderna con el 2D propio del cómic. Al principio choca un poco, pero pronto no te das ni cuenta. Esta película está en ese sentido llena de osadía y talento y con ella DreamWorks se sitúa a la cabeza de la animación actual, como lo hizo años atrás con la saga “Cómo entrenar a tu dragón” y demostrando que técnica y arte pueden y deben ir de la mano. Que tome nota la animación española.