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España España · Palma de Mallorca
Voto de Innisfree:
8
Drama. Romance A Lou Pascal (Burt Lancaster), un viejo gángster de poca monta que consigue algún dinero con las apuestas, lo mantiene en realidad la viuda de su antiguo jefe. En el mismo edificio que él vive Sally (Susan Sarandon), una atractiva mujer aspirante a croupier cuyo cuerpo lo tiene obsesionado. (FILMAFFINITY)
28 de diciembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Atlantic City, uno de los destinos turísticos más cotizados de toda Norteamérica, se ve azotada por el espectro del tiempo y cambia de un rictus animado a uno eminentemente deprimente. La película plantea una dialéctica de viejas glorias. El pasado se filtra a través de las grietas de un presente que no le llega ni a la suela de los zapatos. El vehículo utilizado para la exposición de esta ontología geosemántica temporal, el género "noir", se deconstruye porque la realidad cae por su propio peso en los pozos del éxodo y del olvido.

Lou, el corredor de apuestas interpretado por un Burt Lancaster ya cano —evidentemente, muy alejado de algo como 'The Killers' o, incluso, 'The Swimmer'—, representa el enlace perfecto entre el pasado glorioso y el presente detestado. Trabajaba para los altos capos del crimen organizado italoamericano en la época en la que ser un gánster implicaba llevar colgado del nombre una medalla de elevado prestigio. Se nota que acarreaba a sus espaldas una gran responsabilidad y una gran cantidad de dinero. Nos lo demuestra con la manera que tiene de adecuarse a la alta vida en el momento en el que comienza a conseguir grandes números en el mundo de la droga, una de las monedas principales de este nuevo mundo que está a escasos pasos de convertirse en líquido. Su personaje tiene un considerable punto ridículo, en tanto que todos esos aires de grandeza no parecen responder a una verdadera vida vivida en las altas esferas con los más ricos, sino que más bien resulta un juego de niños. Un "play pretend" por su parte, en el que de repente sus maneras son suave y su elegancia un sello de honor.

Esto último no hace más que llevarnos en la dirección correcta: el mensaje principal de la película. Todos buscan sobresalir en un sistema que parece estar empeñado en enterrarte, no importa cuánto desees el éxito. Sally, interpretada por Susan Sarandon, decide comenzar a aprender francés, sí, por influencia del baboso de su jefe, pero también porque ve en el aprendizaje de la lengua una manera de emanciparse, por muy ilusoria o idealista que sea ese camino hacia la independencia, de la realidad que le toca vivir: residencia en primera línea de mar en los muelles, pero en una ciudad desangelada cuya condición se agrava simbólicamente con la inesperada llegada del infiel de su marido, Dave, y de su hermana Chrissy, embrazada a la espera de un hijo con Dave.

Más allá de la relación entre los personajes, la dinámica principal que plantea la película tiene que ver con cómo el sistema hace las veces de bota haciendo presión hacia abajo siempre que uno intente desasirse de la tracción gravitatoria de su fuerza. 'Atlantic City', por encima de incongruencias —son vecinos adosados, pero pueden verse a través de la ventana: cosa extraña— y de algunas extravagancias del director, sabe enarbolar el complejo dinamismo de un paradigma caducado que pretende llevarte a la muerte con él. La ironía de los edificios reformándose queda clara: una mansión en un cenagal no tiene tanto valor como podríamos llegar a pensar.
Innisfree
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