Para algunos críticos ésta película es una de las mejores del director, ya que según ellos simboliza su madurez creativa y digamos su cúspide, que de ahí en más se empezó a venir abajo y a repetirse a sí mismo. Estoy de acuerdo con lo último, pero no con lo primero, si creo que él quería hacer algo diferente dentro del terror, más "experimental", de hecho la película tiene una enorme influencia de lo que Dario Argento estaba haciendo por aquellos años, todo el mal representado en los insectos, etc.
Pero también me parece que ya para esta altura de su cinematografía, Carpenter había perdido la frescura que tenían sus primeras películas que para mí son las mejores. Acá la historia no tiene personajes con los que se pueda empatizar o siquiera destacar, son todos insulsos, exceptuando el asiático solo por insoportable, que vendría a ser la parte cómica, aunque en mi caso no me hizo reír ni 1 vez. El resto andan pululando por ahí, todos grandes intelectuales, aunque con unas fachas que dictan mucho de parecerlo, sobre todo el protagonista, un rubio que parece sacado de una porno gay, con bigote incluido.
La película es lenta, confusa, nos llenan de información teológica, filosófica, matemática, física, hasta lingüística, imposible de seguir o de mantener el interés.