Más allá de la anécdota que es lo más flojo de la película, lo interesante es la forma en que la desarrolla, mostrando todo lo que hay detrás de los show de porno privados, y lo que generan tanto en las que lo hacen como en quienes lo consumen. También la forma hipócrita en que la gente se muestra con respecto al porno que por un lado lo consume, pero por el otro juzga a quienes lo hacen. Lo mismo que pasa con la prostitución, la doble moral que siempre hubo y sigue habiendo con el tema.
Buenos diálogos, y un enfoque interesante y sórdido sobre los riesgos que hay en Internet.