Me ha encantado esta cinta, pero no como película, sino como un magnífico documental sobre el tema de las adicciones, el cual trata de manera magistral, recogiendo muchos matices muy sutiles del proceso de adicción en cada una de sus etapas, y cómo afecta la enfermedad a muchos aspectos de la vida de la persona enferma.
Grandes interpretaciones las de Ruffalo y Robbins, aunque el mejor personaje creo que es el de Josh Gad, el que más fielmente representa el papel de un adicto. La película la he puesto esta tarde en una sesión de cine como terapia de adicciones, y ha sido magnífica.

Sin embargo, como película, es bastante floja, quizás le falta la chispa que haría de esta película una dramedia, pero perdería ese punto fuerte que es la fiel representación de la enfermedad de adicción.