Pues... más o menos como el resto de las pelis de la franquicia Bourne.
No me ha sorprendido por tanto, ni me ha gustado mucho más que el resto, aunque entiendo que, en efecto, tal y como la publicidad se ha encargado de hacernos saber de antemano, hasta la extenuación, sí que es más adrenalítica, más espectacular, vamos, que se nota que se han gastado muchos más millones.
La peli, lo que tiene de bueno es que va de menos a más, existiendo unas implacables e impecables persecuciones, siendo la del final, en la carretera, con el coche de actividades especiales de la Policía y el del protagonista, la que se lleva la palma por su intensidad y duración.
Mi buen amigo Manu me dijo que para rodarla se emplearon nada menos que dos meses. Y no me extraña viendo el resultado final, que te deja extenuado, ojiplático.
Por lo demás, destacar la subyugante belleza de Alicia Vikander, cómo va envejeciendo (serenamente, con muchísima dignidad) el siempre excelente Tommy Lee Jones, y aceptar que pese a su larga duración se hace corta pues es muy entretenida, muy amena.
Pasado un pequeño tiempo no se me habrá quedado nada en la memoria, pero mientras la he visto he estado distraído, que supongo era de lo que se trataba.
En cuanto al final, pues eso, abierto a futuras aventuras de Bourne. No hay que matar a la gallina de los huevos de oro.

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