"The Crown" ha sido una de las series más maravillosas que he visto últimamente, una delicia de principio fin, una inmersión total de los sentidos en una época, en una historia, en unos personajes, fascinante.

Una de las series más caras de la historia de la tv, con un presupuesto esplendoroso muy bien aprovechado por su creador, un Peter Morgan que le ha cogido gusto a trabajar en la figura de la reina Isabel II de Inglaterra, que se ha rodeado de un equipo de investigación excelente y de unos directores de cine como es el caso de Stephen Daldry.

Todo se ha conjuntado en esta serie para fascinarnos, todos y cada uno de sus apartados artísticos están en estado de gracias y los actores están inmensos cada uno encajando en su personaje como un guante de seda.

Claire Foy está magnífica como esa Isabel joven y enamorada, recién casada, unida a su padre, un Jared Harris estupendo, que se encuentra con el peso incalculable de la corona británica en sus hombros. Un Matt Smith como un joven Felipe de Edimburgo rebelde, mujeriego, aburrido de no hacer nada, maravilloso. Un John Lithgow excepcional como un avejentado Winston Churchill, de lo mejorcito de la serie, una bella y despampanante Vanessa Kirby como la princesa Margarita, una Olivia Colman dándole madurez a esa Isabel II, reina entre las reinas, y como en la Colman es habitual, una actuación magnífica, un Tobias Menzies maduro como un Felipe de Edimburgo más reposado, una maravillosa Imelda Staunton, dama del cine británico, dando vida a esa reina ya avejentada, un Jonathan Pryce como su consorte más que correcto, una Helena Bonham-Carter convincente, relevada por una desconocida y sorprendente Lesley Manville, unas Emma Corrin y Elizabeth Debicki fascinantes como Diana de Gales, un increíble Dominic West y una perfecta Olivia Williams como Carlos de Inglaterra y su amada Camilla, una Gillian Anderson (pareja del creador de la serie) como la Dama de Hierro estupenda y un Jonny Lee-Miller como el primer ministro John Mayor.
En definitiva, un placer para los sentidos.
Un saludo,
Tess