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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
8
Drama Los horrores de la guerra hacen que Larry Darrell (Tyrone Power) lo abandone todo, incluso a los que han formado parte de su vida. Cuando, tras la guerra, regresa a su patria, las dificultades para adaptarse de nuevo a la sociedad lo empujan a emprender un largo viaje en busca de la verdad y la paz espiritual que lo llevará desde los sórdidos barrios de París hasta las nevadas cumbres del Himalaya. Adaptación de la célebre novela de Somerset Maugham. (FILMAFFINITY) [+]
6 de noviembre de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Intenté ver esta película varias veces. La dejaba al poco de comenzar. No me podía creer la cabezonería del personaje de Tyrone Power con la manía de pasar de todo, de ser un vago, de no interesarle un buen trabajo y encima, lo más increíble, pasar de una mujer enamorada de él como Gene Tierney. Ambos son una pareja que ofrecen aquí todo su encanto, sobre todo ella, y al final me alegro de haber visto la película.

Lo que más me decidió a continuarla fue la aparición conjunta de un dúo increíble: Clifton Webb y Herbert Marshall. Es una delicia los encuentros de estos dos personajes. A alguien sumido en el sempiterno resentimiento hacia una sociedad de clase alta, sin más, no los podrá soportar porque realmente son la representación del mundo snob, de la clase incluso aristocrática (el personaje de Clifton Webb afirma que desciende de una rama del mismo Rey Felipe II), pero yo disfruto con esa educación, con esa clase en el trato, con esa flema, con ese desdén del señor Webb y esa altivez insultante; su ironía, su forma de expresarse. Son los personajes de pasadas lecturas de aventuras, los narradores de historias que pasan por la vida de los protagonistas a lo largo de los años, apareciendo y desapareciendo, como funcionarios que van certificando los sucesos de su entorno, poniendo al día a los demás, informando y aconsejando. Sí, es el mundo snob de las novelas donde el círculo se ciñe a los millonarios, sus mayordomos, las fiestas y los viajes a la Riviera francesa. Sin problemas, no lo conoceré nunca pero no sufro por ello ni me causa la menor gota de envidia.

Luego ha resultado también gratificante ver a John Payne lejos de sus papeles de tío duro y a una Anne Baxter como siempre espléndida en un papel muy desagradecido que tan bien le va, parece hecho a propósito que su suerte sea a la par que en belleza al lado de Gene Tieney, o sea, más fea, y que sepan ustedes perdonarme por la comparación tan injusta.

Por aquí pasan los años, la Gran Depresión, y un amor que no se apagará y del que no se dicen adiós. Tyrone Power buscando una conversión, un camino espiritual, la razón de su existencia. Queda un poco caprichoso que para ello tenga que hacer una expedición a la India, pero allí se ha encontrado con un sabio santón y éste me ha recordado al santón que viajó con Kim, el de Rudyard Kipling, y por tanto no he tenido ningún problema en creérmelo. La gente tiene sus neuras y si encima son para bien, pues fenomenal.
floïd blue
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