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Voto de Juanjo Iglesias:
7
Cine negro. Intriga Un hombre aparece muerto en su apartamento, después de haber recibido una paliza mortal. Una amiga suya le confiesa al policía encargado del caso, que, poco antes de su muerte, había visto a la víctima en compañía de tres soldados, bebiendo en un bar. Precisamente la documentación de uno de ellos había aparecido junto al cadáver. El caso se presenta sumamente denso y turbio. (FILMAFFINITY)
22 de febrero de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película producida por la RKO Radio Pictures y estrenada el 22 de Julio de 1947 en E.E.U.U. Considerada como una de las mejores producciones de Edward Dmytryck, director que se manejó muy bien dentro del género negro en los 40 y que a lo largo de sus 32 películas abarcó casi todos los géneros, además de hacerse famoso por ser uno de los 19 convocados que no se presentaron a declarar en la famosa audiencia de la “Caza de Brujas” de McCarthy. Obtuvo cinco nominaciones a los Oscar y contó con un presupuesto de 250.000,00$.

El descubrimiento del cadáver de Jeff Samuels en un apartamento, la narración de la mujer que le acompañaba esa noche y su relación con un grupo de militares, provoca la aparición en escena del capitán Finley cuya investigación nos introduce en una clásica historia de cine negro, con la particularidad de una presencia imponente de odio y un tratamiento y crítica del antisemitismo.

John Paxton, que ya había colaborado con el director en películas como “Historia de un detective” (1944) o “Venganza” (1945) , adapta esta novela de Richard Brooks, que huele a cine negro, a segunda guerra mundial y a mensaje político en la medida de lo posible muy cercano a la honestidad.

Una de sus virtudes es el elenco protagonista, encabezado por los tres “Roberts” y secundado por una de las grandes “femmes fatales” de la historia del cine, la inconmensurable Gloria Grahame, que aunque no hace su mejor papel si se convierte en el "leit motiv" que desarrolla la trama. Mitchum y Young, con una relación que se mueve entre la amistad y el odio, hacen brillar sus personajes y Ryan, que aunque no es un actor que me emocione, interpreta a la perfección un personaje encantadoramente desagradable.

La fotografía de J. Roy Hunt es teóricamente perfecta para una película de cine negro. Juega con maestría con las sombras y la luz, para explicar las interpretaciones de los actores y sus sentimientos, pero en mi opinión no está entre los grandes clásicos por estar tratada de una forma muy moderada, me hubiera gustado verla con una pequeña exageración de esas luces y sombras expresionistas, que provocara una ambientación más dramática, en concordancia con el guión.

La música de Roy Webb que cuenta en su filmografía como músico con más de 40 películas, es muy propia del cine negro, mezcla temas de jazz con orquesta y apoya con excelencia las escenas.

Interesantísima película para amantes del cine negro y el cine “con mensaje”.
Juanjo Iglesias
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