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Voto de Antonio Morales:
7
Intriga. Cine negro Los periodistas del Sentinel están a punto terminar la edición del periódico. En los pasillos y en las mesas se conspira y se intriga para hacerse con la dirección del diario. Mientras tanto, un criminal que se dedica a matar mujeres jóvenes, tras cada asesinato, deja a la policía un mensaje escrito con pintalabios. En el periódico se establece una feroz competición: el primero que consiga la noticia de la captura del asesino "del ... [+]
25 de septiembre de 2014
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, es atípico porque lo que en el fondo, al cineasta Fritz Lang le interesa, más allá, de la historia del sicópata asesino del “lápiz de labios” que el espectador conoce desde el principio, es el retrato de una sociedad degenerada y ávida de poder a nivel social y económico. Mientras Hollywood creaba nuevos formatos para vencer a la televisión, Lang radicalizaba sus propuestas cinematográficas. Sus films eran cada vez más críticos contra la sociedad americana, en medio de la caza de Brujas, allí donde se potenciaba el gran espectáculo, él prefería las piezas de cámara, y allí donde el color cobraba más fuerza, él se refugiaba en el blanco y negro.

“Mientras Nueva York duerme” es, a su manera, una relectura de “M, el vampiro de Dusseldorf” demostrando cómo algunos intereses de su director no habían cambiado en exceso al cabo del tiempo. De algún modo, ambos films son dos partidas de ajedrez donde se ponen de relieve las estrategias de un jugador y su oponente, alternando los puntos de vista y observando la radical violencia de la sociedad cuando ha de luchar contra sus enemigos. Gracias a unos memorables diálogos del guionista Casey Robinson, Lang elabora un film que apunta al clima de delación y sospechas generado por el maccarthismo, y es, a la vez un relato sobre la ambición.

Tras la muerte del magnate Kyne, propietario de un emporio periodístico, su hijo Walter (Vincent Price), abrumado por un negocio, el de la prensa, que no entiende, decide crear el puesto de director creativo, para librarse de obligaciones y dedicarse a la vida despreocupada que siempre llevó. Los aspirantes son los tres jefes del grupo, Mark Loving (George Sanders), que dirige la agencia de noticias; Griffith (Thomas Mitchel), director del periódico “N. Y. Sentinel” y Harry Kritzel (James Craig), amante de la esposa de Walter, Dorothy (Rhonda Fleming). El nuevo cargo será para quien obtenga la exclusiva periodística del asesino de mujeres que opera en la ciudad. Los tres personajes representan cada uno lo peor del ser humano, Lang crea una tensa atmósfera de miradas y gestos en un mundo de traiciones, mentiras y trampas para lograr el ansiado puesto.

Lo que está creando Walter es una policía paralela, dejando lo sucio a la policía real. Entre unos y otros se sitúa Edward Mobley (Dana Andrews), un escritor de fama que fue hombre de confianza del magnate y presenta un programa de tv. Presumiendo que no ambiciona el poder, es capaz de poner en peligro a su novia utilizándola como cebo para el asesino. En esta deleznable historia todo es posible, aunque no todos los personajes alcancen el mismo grado de abyección. Una vez más Lang deja claro la descomposición de un país atenazado por la represión anticomunista y escasos valores morales, una aguda reflexión disfrazada de thriller.
Antonio Morales
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