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Voto de Antonio Morales:
8
Drama. Romance Inglaterra, siglo XIX. Dos hermanas completamente distintas: una, pura razón y sentido común (Emma Thompson); la otra, pura sensibilidad y pasión (Kate Winslet), se enfrentan al amor y a las adversidades de la vida. Al morir su padre, deben abandonar su hogar, que pasa a manos de un hermanastro, hijo del primer matrimonio de su padre. Se mudan al campo y, allí, tendrán experiencias amorosas que producirán en ellas un cambio profundo. (FILMAFFINITY) [+]
20 de febrero de 2017
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay paisajes que son tan definitorios, que tienen tanta personalidad que obligan al tópico con que titulo mi comentario sobre este emotivo, distinguido e imperecedero film, incluyendo su fotografía luminosa y llena de vida. Quien vea “Sentido y sensibilidad” podrá apreciar el panorama físico del paisaje, pero también el de la idiosincrasia de un país. El film de Ang Lee parte de un guión de Emma Thompson que a su vez hizo una reescritura de la novela del mismo título de Jane Austen. En esta fascinante obra, se narra en tono de melodrama romántico la historia de dos hermanas y sus diferentes talantes a la hora de enfrentarse al amor y a las reglas sociales que lo mediatizan, desde posiciones asimilables a la razón y al sentimiento respectivamente, realizando a la vez un mordaz retrato cargado de ironía de la sociedad inglesa de principios del siglo XIX. Se trata pues de una esmerada reconstrucción de una época con toques de humor más cercano a una comedia romántica que al análisis exhaustivo de las características de una determinada sociedad.

El argumento consigue integrar sin esfuerzo aparente, la intriga sentimental dentro del ámbito de una sociedad que determina y condiciona las relaciones familiares, de amistad y amorosas, en función de la posición económica de los personajes. El cineasta, que atesora una especial habilidad para las relaciones humanas, describe con precisión sentimientos y emociones, gracias a un acertado casting en el que destacan la excelente Emma Thompson y la jovencísima Kate Winslet (antes de Titanic), siendo el eje del relato los amores y desamores de Elinor y Marianne, así como la contraposición de sus caracteres, cuyas diferencias implican posicionamientos distintos en torno al amor y las obligaciones sociales a las que están expuestas. Mostrando asimismo un sarcástico retrato tanto de la aristocracia rural como de la burguesía urbana. Los primeros aparecen como seres vulgares y ociosos, que llenan su tiempo con intrigas y cacerías, mientras que los segundos se nos muestran como hipócritas, únicamente preocupados por mantener su prosperidad material mediante matrimonios de conveniencia.

El film, pese a su evidente tono melodramático no se olvida de reflejar los ritos sociales que basculan desde la esfera de lo privado a la celebración comunitaria con carácter de acto social imprescindible. Así ocurre con el gran baile al que asisten las dos hermanas casaderas, acompañadas de la señora Jennings y de Lucy, secuencia clave del film, que se inicia de una deliberada forma escatológica para evolucionar hacia la belleza formal e impostada del citado baile. Como si el cineasta quisiera transmitirnos con unas breves pinceladas, aquello que está sistemáticamente presente en la novela de Jane Austen: la mentira de una sociedad que se sustenta en las apariencias. La puesta en escena siempre está describiendo a los personajes por sus gestos y miradas, sin olvidarnos de los papeles masculinos donde destacan un singular Hugh Grant, tímido y apocado, pero también un imponente Alan Rickman en un papel de caballero elegante y sacrificado por amor.

La película es concisa y elegante, ya desde su inicio describe de una forma sencilla y eficaz el comportamiento de cada uno de la familia Dashwood, tras la muerte del patriarca al comienzo del film. Una herencia que pasa a manos del primogénito John, presionado éste por su mujer, decide cumplir “a su manera” la promesa hecha a su padre que consistía en cuidar de su madrastra y hermanastras. Mediante esta eventualidad se muestra con trazo firme el pragmatismo de Elinor que empeña sus esfuerzos en buscar una nueva residencia, frente al carácter soñador de Marianne que se entrega a sus piezas musicales para pianoforte. Bella película del oriental Ang Lee que conecta perfectamente con la sensualidad, la ironía, el romanticismo y las desventuras amorosas que escribiera Jane Austen fallecida a los 41 años, en su desgraciadamente corta carrera literaria.
Antonio Morales
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