Michael Curtiz el "Artesano" para muchos, (Maestro todo terreno para otros entre los que me cuento) nos obsequia con un entretenido film de aventuras marinas, que mezcla comedia y film de espias (que no es poco), basado en una novela de Rafael Sabatini y producido por Hal B. Willis para la Warner.
Film con ¿argumento maniqueo?, los corsarios son grandes patriotas, que roban a los malvados conquistadores españoles que esclavizan a los pobres ingleses, que mezcla la intriga palaciega, el drama carcelario en galeras y el amor más romántico. Estupenda puesta en escena e ingeniosos encuadres del maestro Curtiz.

La película no tiene “pretensiones filosóficas” es pura delicia y evasión. Me importa un bledo, si es fiel a la historia, o no, este argumento, si era un film de propaganda política o si se intentaba aislar el régimen de Franco (hablamos del año 1940).
Estaba el maravilloso Errol Flynn como ¡Capitán corsario de su majestad!, el gran Claude Rains como ¡Embajador Español!, la bellisima Brenda Marshall como ¡Dama Española! (aunque echo de menos a su pareja natural durante siete películas, la gran Olivia de Havilland), y la exótica Flora Robson como ¡Reina Virgen!.
¡¡¡Al diablo la Historia!!!, pues para ella están los libros. Yo sólo quiero ver..... CINE.
Por cierto, la música de Erich Wolfgan Korngold es ¡Maravillosa!