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Venezuela Venezuela · Maracaibo
Voto de bucefalo:
8
Drama. Romance En los años 50, la joven irlandesa Eilis Lacey decide abandonar Irlanda y viajar a los Estados Unidos, concretamente a Nueva York, donde conoce a Tony, un chico italiano con el que comienza a salir y del que se enamora. Pero, un día, a Eilis le llegan noticias de una triste noticia familiar y tendrá que decidir entre quedarse en su nuevo país o volver a su tierra natal. (FILMAFFINITY)
31 de enero de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Dónde está el hogar? En el amor a los seres queridos, en la construcción de una nueva familia sin mirar al pasado como cadena opresiva sino al presente y futuro alentador. No hay situación más dolorosa que la del inmigrante que debe huir de su propia realidad natal porque las oportunidades de una buena vida se te comprimen. Muchos europeos, irlandeses e italianos, hicieron “la América” huyendo de un destino que se les mostraba adverso. Unos pocos lograron trasladar a la toda la prole, mientras que la inmensa mayoría se lanzó a una aventura individual incierta y bajo el signo de la moriña, la nostalgia y los recuerdos de los afectos y las personas que dejaban atrás. La ruptura, el desgarro, se hacía por partida doble tanto de parte del fugitivo como de las anclas que se quedaban atrás. La insatisfacción y el miedo es lo normal del inmigrante porque vive alimentándose de una incertidumbre permanente. Siempre se medita si la decisión de romper con el hogar fue la correcta y si la nueva vida será mucho mejor de la que se pretendió dejar atrás a un costo siempre muy elevado por el tema del desarraigo. Internamente en la psique del inmigrante corroe la sensación de no pertenecer a ningún lado, de ser un expatriado a la deriva. La protagonista vive un momento de duda cuando regresa al hogar y obtiene una aceptación que antes le negaban, ella misma coquetea con los inesperados muchos futuros alternativos que ahora le acosan y le son promisorios. Hasta que en un arrebato de lucidez decide sin ambigüedades en qué lugar ella va a construir su propia felicidad. Sólo cuando se acepta la nueva situación junto con sus posibilidades y se decide arraigarse en el lugar escogido sin mirar atrás es que la vida del inmigrante puede alcanzar la paz. De todo esto va la irlandesa y muy cálida BROOKLYN una película que rinde homenaje a los aventureros del mundo, a los inmigrantes prisioneros de emociones y sentimientos encontrados, y lo mejor de la propuesta, es que se hace desde una sencillez que luce sincera y convincente.
bucefalo
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