Mira que es difícil innovar a estas alturas en el género del true crime, de hecho empecé a verlo sin muchas expectativas, pero tiene aspectos muy novedosos y destacables.

En primer lugar, estamos hablando de desapariciones (y en principio no muertes ni asesinatos) desde la perspectiva de la investigación, llevada a cabo por un pequeño grupo de policías que a simple vista pueden parecer no muy duchos en la materia, pero que al final te das cuenta que cantidad no es igual a calidad. Seguramente ese grupo ha resuelto más casos que todo el FBI.

En segundo lugar, la originalidad de ver el proceso desde dentro y desde sus inicios (no el típico caso de asesinato de buscar el arma homicida, el modus operandi...). Nos hacemos una idea por tanto de qué se hace cuando se reporta una desaparición, por dónde se empieza a investigar, los hilos de los que se van tirando, los medios y los recursos de que disponen....

En tercer lugar, la buena jugada de mostrarnos diversas desapariciones, muy diferentes unas de otras, al igual que sus resoluciones (de cuatro casos el primero y el tercero me resultaron mucho más atractivos que el segundo y el cuarto).

Y por último, al ser un ambiente tan reducido, tan íntimo, conectas con todos los protagonistas y especialmente con la mujer policía que destaca sobre el resto por su buen hacer y su profesionalidad, hasta el punto de que cuando se acaba, parece que te falta algo y que quieres seguir viendo más, de hecho se me ha hecho muy corta y me encantaría que la renovaran por más temporadas. Será por casos de desapariciones en Estados Unidos.