De nuevo, me ha pasado con Woody Allen. Sus conceptos me parecen muy buenos y, cuando me los cuentan, me los imagino de una forma, pero él me los da de otra, la cual no me termina de gustar.

La idea es que una misma historia pueda servir tanto para drama como para comedia. Y la idea es muy buena, pero puesta a la práctica, tan sólo me ha parecido ver dos películas de amor diferentes a la vez. No vi el concepto original de que una historia puede ser trágica y cómica a la vez, puesto que las historias difieren entre sí. Lo suyo habría sido que ambas fueran exactamente iguales, ese era el reto. Pero tan sólo vi dos películas de amor. Son buenas y no cansan, pero no me ha parecido ninguna innovación. Es más, me parecieron dos películas de amor bastante normalitas.