Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Vivoleyendo:
7
Comedia. Romance. Fantástico Un escritor norteamericano algo bohemio (Owen Wilson) llega con su prometida Inez (Rachel McAdams) y los padres de ésta a París. Mientras vaga por las calles soñando con los felices años 20, cae bajo una especie de hechizo que hace que, a medianoche, en algún lugar del barrio Latino, se vea transportado a otro universo donde va a conocer a personajes que jamás imaginaría iba a conocer... (FILMAFFINITY)
19 de octubre de 2011
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué rabia me da el tropezón de Woody con “Vicky Cristina Barcelona”. Debe de ser que en España somos tan atrasados y primitivos vistos desde el otro lado del charco, que no vale la pena rodar aquí una película apropiada para espectadores con un nivel intelectual y estético evolucionado desde el hombre de Neanderthal.
Y es que me pongo a comparar esa Barcelona cutre con el glamouroso París de “Midnight in Paris”, y a esa Pe verdulera (qué rechinar de dientes me provocó, por Dios) con una Marion Cotillard que ni se despeina, y, dónde va a parar, la trama estúpida de la otra con la ingeniosa de ésta... Y casi se me abren las carnes. Tendré que hacerme a la idea de que en estas tierras no podemos aspirar a mucho más, porque, no nos engañemos, Woody lo ha demostrado ante el mundo, Barcelona es un pueblucho de mala muerte comparado con Nueva York, Londres o París, y la gente de aquí se dedica únicamente a la juerga y a montarse tríos (lo cual no estaría nada mal si el personal estuviera potente, y aparte de esas ocupaciones no hubiera que currar ni hacer algo para pagar el alquiler o la hipoteca, ya se sabe, todo eso tan prosaico que tenemos que hacer los españoles). En cambio, en Nueva York la gente habla como si fuese Faulkner, en Londres se pasan el día escuchando ópera y en París, por supuesto, se concentran todos los artistas del mundo y allí hasta hacer de vientre es un arte.
En fin, yo lo veo suspicazmente de ese modo, pero bueno, hay que resignarse con lo que hay. Me sigo quedando con el Woody que rueda fuera de nuestro terruño ibérico y, por favor, que no vuelva a tener otra brillante idea cuando se encuentre de visita por aquí.
La próxima vez que vaya a París tendré que acordarme de guardar la boina en el zurrón.
Jo, y es que una se siente tan paleta al lado de esa Ciudad de las Luces tan graciosamente elogiada, que hasta con una sencilla idea que se le ocurra al cineasta mientras baja a comprar el periódico al kiosco de la esquina es capaz de crear una comedia decente y con escenas bonitas y hasta divertidas. El modo en que dibuja la nostalgia, enlaza pasado, presente y futuro y homenajea a los artistas no se le habría ocurrido, pongamos, en Madrid.
Miedo me da imaginar qué arranque de inspiración hubiera tenido Allen paseando por la Casa de Campo.
Vivoleyendo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow