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Voto de Vivoleyendo:
7
Comedia Hugo y Braulio, dos jóvenes con formación universitaria, hartos de no encontrar ni trabajo ni futuro en España, deciden emigrar a Alemania siguiendo los cantos de sirena de un programa de televisión tipo "Españoles por el mundo". Pero pronto descubrirán que sobrar en un sitio no significa ser necesario en otro, y que perseguir el sueño alemán puede tener mucho de pesadilla. (FILMAFFINITY)
10 de mayo de 2015
20 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
José Sacristán, interpretando a un desengañado emigrante que dio con sus huesos en Alemania con el cuento de que allí el trabajo caía de los árboles a tus pies, regala aquí toda la experiencia de su largo oficio en las pantallas españolas, no siempre afortunado y a menudo desaprovechado en películas mediocres y modas nefastas. Pero aquí, en esta comedia dramática que no es nada del otro mundo pero que resume de forma tragicómica la España actual, una parte de la Europa actual, Sacristán brilla como pocas veces lo he visto. Será por su respetable veteranía, será porque en ciertos aspectos y en ciertas circunstancias (si bien pocas, es cierto, pues la madurez no llega sin peaje) el tiempo juega a favor, más que la juventud. Pero le han dado un papel de los que estrangulan el alma con apenas unas pocas pinceladas. Ese viejo solitario cargado de amarga sabiduría de ocaso es la prueba viviente de que rara vez aprendemos del pasado, algo que él mismo pregona.
Algo que todos los Hugos y Braulios tienen que aprender a fuerza de palos y desilusiones, que los chollos no caen a los pies de los pringaos que no tienen donde caerse muertos por más que carguen con los diplomas de sus carreras y sus másters, que viven en una farsa de apariencias en la que la felicidad es lo que se cree ver desde fuera pero no lo que hay de verdad.
Vedla como lo que es, una sátira cargada de sarcasmo para reírnos, con tanta ironía como melancolía, de nuestra España que todavía no se quiere enterar de que Pepe no se encontró en Alemania un paraíso de trabajos de ensueño, sueldos de ministro y vida sexual de Casanova.
Pero en todo viaje se aprende, aunque no sea lo que uno esperaba aprender. Todo camino se hace andando. Y mientras andas, si abres los ojos para ver que la noche no tiene sol pero trae las estrellas, tal vez encuentres que tu felicidad no es la que hipoteca tu vida, sino la que te hace un poco más libre.
Vivoleyendo
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