Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Vivoleyendo:
10
Drama. Intriga En la Nueva Orleans de 1937, una rica viuda, la señora Venable, ofrece al doctor Cukrowicz los fondos para crear un hospital a condición de que practique una lobotomía a su sobrina Catherine. La señora Venable se encuentra perturbada por la reciente muerte en Europa de su hijo Sebastian, con quien solía viajar todos los veranos, salvo el último, en el que Sebastian prefirió llevar como acompañante a su prima Catherine. (FILMAFFINITY)
20 de junio de 2008
49 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
El atormentado espíritu creativo del dramaturgo Tennessee Williams se alza una vez más en una perturbadora odisea hacia la cara más tétrica de la compleja y eternamente enigmática esencia humana. Otra vez nos envuelve en su pesimismo brutal y en su incursión despiadada en busca del reino de oscuridad que acecha tras la fachada.
Nos encontramos ante un drama eterno e imposible de abarcar por entero. Tanta es la tiniebla que esconde, tantos desvíos y túneles que conducen a un aterrador vacío, que probablemente no seremos capaces de llegar jamás hasta el final, si es que lo hay. Porque yo estoy convencida de que no lo hay.
Al igual que el alma no se puede medir, ni palpar, ni se conocen sus límites, Mankiewickz, inmortalizando en la pantalla grande este revulsivo, dejó para las generaciones venideras un trozo de universo humano que no posee fronteras, ni es susceptible de poder ser analizado en su totalidad.
A través de una extraordinaria, como de costumbre, Katharine Hepburn, declamando perla tras perla de una tortuosa filosofía cuyos innumerables matices permanecerán vigentes, inclasificables e inexplorables para la posteridad; a través de un soberbio Montgomery Clift en su receptivo y comedido papel catártico; a través de una turbadora y angustiosa Elizabeth Taylor, cuya capacidad interpretativa tenía parangón con su belleza, y eso es decir mucho... A través de esos maravillosos actores que dieron de sí todos los complejos registros que sus papeles requerían, dirigidos por un inmejorable Mankiewickz, las tripas se me han encogido en este retorcido descenso al infierno.
El guión decapita de plano las apariencias, la respetabilidad, la doble moral y el rostro de decoro y decencia de la sociedad "civilizada". Destroza la máscara para bucear con audacia en el verdadero fondo.
Con la metáfora de las aves devoradoras de las crías de tortuga, con las alusiones a la crueldad de la naturaleza y a las primitivas e instintivas inclinaciones del ser humano, con el afloramiento de las obsesiones más ruines, todo asomo de evolución y avance de la humanidad hacia la racionalidad, los elevados ideales y los valores, resulta pulverizada de un mazazo.
Williams, y de su mano Mankiewickz con la colaboración de Gore Vidal, destapan valientemente la otra cara, la que da miedo mirar. La que está ahí, en el subsuelo, sin que muchos nos percatemos la mayor parte del tiempo.
Puede que la locura sea una reacción desorbitada de autoprotección ante cosas cuya visión no podemos soportar, ni admitir.
Vivoleyendo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow