Versión original hoy convertida en un clásico cuyo remake Carpenter se encargaría de destruir con su mediocridad como director.
Enfocando la atención ya en este filme cabe decir que la cinta está muy bien planteada, y a pesar de ser corta en su metraje, está sólidamente llevada a la pantalla gracias la sobriedad en la dirección de Wolf Rilla. El mismo desarrolla un filme donde sin necesidad de explicitar ni caer en abusos de escenas sangrientas, se sugiere mucho desde lo psicológico y se atrae la atención del espectador con todo el espectro paranormal que aparece en las variantes del filme.
Le doy un 6 porque es sólida y contundente, en apenas una hora quince minutes se despliega una inquietante historia donde un grupos de niños sobrenaturales siembran el terror en un pueblo. Claro que para que la cinta sea más efectiva aún necesitaría mayor profundidad en los detalles de la historia, donde faltan fundamentar muchos conflictos y se nota mucho apresuramiento en su desenlace, aunque el mismo es sumamente sorprendente (quizás lo que más sobresalta del filme).
Los niños protagonistas también son un punto fuerte en sus actuaciones, el elenco cumple, los escenarios pueblerinos donde tiene vida el guión absorben para generar inquietes, y la atmósfera de misterio y maldad se olfatea a la legua… Todo ello contribuye para dar por resultado una cinta sencilla, corta pero contundente y casi sin fisuras que aprovecha muy bien los escasos recursos que dispone por ser serie B y que además fructifica toda la parafernalia turbadora que genera ver a “inocentes” niños como vehículos de muerte y destrucción maquiavélica. De haberse tomado más tiempo en desarrollarla mejor y darle mayor sustento a las situaciones estaríamos ante una obra de mayor envergadura.
No obstante, así como está hecha le alcanza para distinguirse por encima de la regularona cinta de Carpenter, quien ni siquiera con mayor presupuesto pudo darle más calidad al título. Además esta versión clásica es una oferta válida de terror psicológico con fenomenología paranormal subyacente, que demuestra cómo con poco se puede hacer bastante.