Película basada en forma alevosa en la magnífica “The exorcist”, y aunque termina siendo un espectáculo circense muy alejado de la seriedad, llega a tener momentos y giros sorpresas lo suficientemente logrados como para atrapar al espectador.

Es una cinta repleta de clichés típicos del subgénero posesiones y exorcismos: agua bendita, rituales satánicos, cruces que espantan demonios, sacerdotes acomplejados que buscan redimirse, sujeto poseído, prácticas de exorcismos, manifestaciones violentas y sobrenaturales de los demonios, enfrentamientos entre la ciencia y religión, la fe versus el escepticismo, etc.

Pero aún así, a pesar de ser un filme muy estereotipado consigue sobresaltar al espectador en algunos pasajes gracias a su atmósfera opresiva y a las convincentes actuaciones.

Además hay que reconocer que sobre el final aparecen algunos giros sorpresas inesperados, los cuales si bien resultan un tanto rebuscados y licenciosos al menos logran dar la sensación de que algo novedoso aporta esta cinta.

En fin, para mí es una aceptable propuesta de terror que en partes logra inquietar al espectador, claro que lo hace mediante formulismos ya inventados hace ya mucho tiempo dentro del género.

Lo mejor: su atmósfera malsana, algunos giros sorpresas, las actuaciones.
Lo peor: que copia muchos formulismos, que al final termina siendo un espectáculo circense que nada de seriedad posee (aunque ello no sería un problema si los espectadores pudieran aceptar que esta cinta es un producto comercial y fantasioso sobre demonios y posesiones, el cual no pretende presentarse como una oferta realista y creíble).