FA
colaborador
Media votos
7.5
Votos
1,240
Críticas
608
Listas
1
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Teresa:
9
6.9
15,695
Drama. Romance
Varias personas se cruzan de forma azarosa e incluso peligrosa en los parques, piscinas y calles de su barrio. Una madre aburrida (Kate Winslet) se hace amiga de Brad (Patrick Wilson), un hombre que se ocupa de la casa y de su hijo mientras su mujer (Connelly) trabaja. Larry (Noah Emmerich), un amigo de Brad, empieza a inquietarse por la presencia en las calles de un pedófilo recién salido de la cárcel (Haley). (FILMAFFINITY)
10 de abril de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Te despiertas una mañana, cubierta de sudor; has tenido una pesadilla. Crees que esa sensación de angustia pasará cuando vayas a tomar el primer café del día, pero ese sentimiento persiste. De pronto, te descubres mirando el horizonte o quizás no miras hacia delante, sino al pasado. Te has convertido en un vulgar voyeur y lo único que haces es observar cómo viven los demás. Recuerdas tus grandes gestas en el instituto o en la universidad. Y vuelves al presente, en el que tienes, en teoría, una buena vida que cualquiera hubiera imaginado; vives con una mujer o un marido perfectos, y también hijos, a los que igual no entiendes mucho, pero ahí están. A pesar de esto, no puedes evitar volver la vista atrás. Por unos instantes tu cabeza te dice que nada tiene sentido; te sientes frustrado porque la persona con la que convives es la que gana dinero y tú no sabes cómo has llegado a esa situación. Por otro lado y no tan lejos, hay sujetos que se cruzan en tu camino de alguna manera y cambian algo de ti.
El pasado, haya sido muy bueno, o por el contrario, haya sido lo peor de tu vida, es, al final, lo que nos hace «ser» en el presente. Juegos Secretos trata de esto. De la vida, del aburrimiento, del no saber qué quieres hacer con tu futuro, de sentir que otros toman las decisiones por ti o que las que has tomado son malas. Habla de errores (algunos más graves que otros, claro) y de cansancio emocional, que condiciona nuestro presente y nuestro futuro.
Ahora es verano, un lugar común. Ahora se encuentran personas, que en una situación normal ni se hubieran mirado.
El pasado, haya sido muy bueno, o por el contrario, haya sido lo peor de tu vida, es, al final, lo que nos hace «ser» en el presente. Juegos Secretos trata de esto. De la vida, del aburrimiento, del no saber qué quieres hacer con tu futuro, de sentir que otros toman las decisiones por ti o que las que has tomado son malas. Habla de errores (algunos más graves que otros, claro) y de cansancio emocional, que condiciona nuestro presente y nuestro futuro.
Ahora es verano, un lugar común. Ahora se encuentran personas, que en una situación normal ni se hubieran mirado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Sarah (Winslet) y Brad (Wilson), hablan en el parque y empiezan a conocerse. Sarah tiene un matrimonio aburrido; vive en una mansión heredada por su marido, Richard (Edelman); él no se preocupó de cambiar nada y Sarah sólo renovó la habitación de su hija, Lucy, de la que dice que es una personita hermética (casi no habla). Sarah está cansada de su vida; no entiende a su hija y menos aún a su marido, del que ha descubierto que se pasa el día masturbándose con una mujer que vio en una página web. Él casi no está en casa. Sarah decidió ocuparse de Lucy ella misma, pero ahora no tiene claro el porqué. Brad está casado con la bellísima Kathy (Connelly), que es directora de documentales. Kathy es la que gana dinero, porque Brad ha suspendido dos veces el examen para ejercer de abogado. Le dice Sarah a Brad en algún momento: «igual no apruebas porque no quieres ser abogado». Sarah y Brad quedan para ir a la piscina juntos y pronto se hacen buenos amigos; parece que se entienden; sus frustraciones son parecidas. Sarah no quiere tener algo más con Brad, prefiere mantener una amistad inocente, pero está claro que al final terminan haciendo cosas que no son solo de amigos. Brad tampoco entiende a su hijo muy bien. Sarah cree que su hija Lucy no la quiere, pero a lo largo del filme se dará cuenta de que ella es lo más importante en su vida, al igual que Brad descubrirá lo que realmente debe hacer con la suya.
Mientras, en otro plano, pero que casi se tocan, tenemos a Ronnie (Jackie Earle Haley), que acaba de salir de la cárcel por el delito de exhibición a menores. En su contra tiene a Larry, un ex policía que hace campaña en el barrio para que se vaya de allí. Pero Larry también ha cometido errores en la vida (descubriremos que disparó a un menor en un centro comercial porque apuntaba con una escopeta a otro chico, pero resultó un juego entre los chavales y la escopeta era de aire comprimido).
La culpa, la decepción, la frustración, la depresión, la autocompasión; todos estos sentimientos se irán haciendo más evidentes según avanza el metraje. Con una banda sonora de Thomas Newman (ganador del Oscar por su música en Mujercitas y Cadena Perpetua), bastante buena y aunque todo, incluido el guion, basado en la novela Juego de Niños de Tom Perrotta, es casi perfecto, el filme se sustenta, sin duda, en unas actuaciones de auténtico lujo. No es para menos que tuviese nominaciones a los Oscar, a los globos de Oro, los BAFTA y muchos más (Winslet o el guion).
No se hace lenta. Empatizas con los personajes (incluso con los de peor comportamiento). Y al final te deja ese sabor agridulce, que es como el que nos deja la vida en general.
No podemos volver al pasado (ni para mejorarlo ni para revivirlo), pero si podemos hacer un futuro mejor. Al final cada personaje de esta historia tan común irán tomando decisiones sobre cómo vivirán en el futuro. El perdón será fundamental aquí, pero igual de importante es sentirte vivo con todo lo que haces (algo que olvidamos demasiado a menudo).
Todd Field sabe lo que hace.
Mientras, en otro plano, pero que casi se tocan, tenemos a Ronnie (Jackie Earle Haley), que acaba de salir de la cárcel por el delito de exhibición a menores. En su contra tiene a Larry, un ex policía que hace campaña en el barrio para que se vaya de allí. Pero Larry también ha cometido errores en la vida (descubriremos que disparó a un menor en un centro comercial porque apuntaba con una escopeta a otro chico, pero resultó un juego entre los chavales y la escopeta era de aire comprimido).
La culpa, la decepción, la frustración, la depresión, la autocompasión; todos estos sentimientos se irán haciendo más evidentes según avanza el metraje. Con una banda sonora de Thomas Newman (ganador del Oscar por su música en Mujercitas y Cadena Perpetua), bastante buena y aunque todo, incluido el guion, basado en la novela Juego de Niños de Tom Perrotta, es casi perfecto, el filme se sustenta, sin duda, en unas actuaciones de auténtico lujo. No es para menos que tuviese nominaciones a los Oscar, a los globos de Oro, los BAFTA y muchos más (Winslet o el guion).
No se hace lenta. Empatizas con los personajes (incluso con los de peor comportamiento). Y al final te deja ese sabor agridulce, que es como el que nos deja la vida en general.
No podemos volver al pasado (ni para mejorarlo ni para revivirlo), pero si podemos hacer un futuro mejor. Al final cada personaje de esta historia tan común irán tomando decisiones sobre cómo vivirán en el futuro. El perdón será fundamental aquí, pero igual de importante es sentirte vivo con todo lo que haces (algo que olvidamos demasiado a menudo).
Todd Field sabe lo que hace.