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España España · Córdoba
Voto de El Libanés:
5
Drama Ramón (Javier Bardem) lleva casi treinta años postrado en una cama al cuidado de su familia. Su única ventana al mundo es la de su habitación, que da al mar, donde sufrió el accidente que interrumpió su juventud. Desde entonces, su único deseo es morir dignamente. En su vida ejercen una gran influencia dos mujeres: Julia (Belén Rueda), una abogada que apoya su causa, y Rosa (Lola Dueñas), una vecina que intenta convencerlo de que vivir ... [+]
16 de marzo de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En vísperas de ir al estreno de "Mar adentro", pude ver con mi familia una película que también versaba sobre el protagonista, Sampedro. Al ser un producto directamente salido para televisión, financiado en su mayor parte por la televisión gallega, se trataba de un digno telefilm del biografiado con el objetivo cumplido de presentar al personaje y sin mayor pretensión artística.

El veredicto fue bueno y pasable, pero que Alejandro Amenábar, el niño prodigio del cine español, cogiera la misma historia, debería marcar las distancias. El polémico tema de las eutanasias estaba en juego, él contaba con su talento cinematográfico, indudable, y con un reparto eficaz, con un actor tan estupendo como Javier Bardem para encarnar al impedido protagonista.

Conforme pasan los minutos de "Mar adentro", uno se va dando cuenta de que, florituras técnicas al margen, la historia es contada con una linealidad correcta pero tópica. A pesar de la perfección del acento gallego del reparto, apenas se rasga la superficie. La tragedia y el drama humano de Sampedro no se vislumbra en niveles distintos a los del telefilm ya mencionado.

Incluso en la acalorada discusión con el personaje del sacerdote (un Josep María Pou terriblemente infra-utilizado), uno ve que Amenábar y su equipo no se van a complicar la vida. Dan la razón a Sampedro a elegir su destino, presentando al clérigo como un papanatas entrometido y falsamente benigno. Primer error. Muchos detractores de la cinta, elevan el carácter del caricaturizado rival de Sampedro y defienden su postura, por encima de la decisión del antiguo marinero, acusando a Amenábar de justificar la eutanasia en cualquier circunstancia. Segundo error.

¿No es posible que ambos personajes lleven razón o que, ni siquiera sea necesario averiguar quién está errado? Cuando hablamos de algo tan terriblemente personal e íntimo, los juicios de valor deben ser tan medidos como indivudalizados. Querer sacar una conclusión del caso de Sampedro con carácter general es una insensatez, es hacer demagogia barata.

Ante la frontera de quienes tildan este trabajo de obra maestra y quienes arrojan al genial director a los leones, humildemente me encuentro en un soso punto intermedio. Entiendo lo que defiende y me parece una correcta biografía, me gusta mucho Lola Dueñas y su actuación, el rodaje es correcto... pero no le veo ese daimon brillante que en otras ocasiones he podido degustar de este artista.

Es mucho más sencilla y efectista de lo que parece a simple vista... mar adentro, presenta flaquezas, aunque es interesante.
El Libanés
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