Hacía tiempo que no veía una película como esta, donde la espectacularidad, la épica y algunos gloriosos momentos de emoción, se ponen al servicio de una superproducción de reminiscencia clásica pero poniendo a su servicio toda la tecnología moderna.

Por supuesto que la historia tiene lagunas, la primera media hora parece un vodevil barato, hay poca profundización en las historias, y los personajes, que rodean la trama central (me da la impresión de que en el montaje le han pegado un tajo de 45 minutos a la película) y que su argumento es previsible hasta decir basta. Pero no podemos pretender que Luhrmann tenga el talento de Curtiz o De Mille, ni que lo tutele O´Selznick, pero si bien no los iguala, nos recuerda a un tipo de cine que llevó a cotas de grandiosidad este arte, y que de paso llenó sus salas.

Aunque quizás le cueste a muchos cinéfilos sesudos, yo me rindo y me emociono ante este film, al que valoro sus muchos aciertos y perdono sus banalidades, ya que son películas como estas, o Molin Rouge, las que hacen que este arte siga vivo y enganche a todo tipo de espectadores.

En cuanto a los intérpretes, no se me ocurre a nadie mejor que Kidman para hacer ese papel, todos los secundarios están a la altura, y Jackman ...., bueno las mujeres que había en el cine suspiraban cada vez que salía.


Pd: Creo que es la primera vez en años, por no decir décadas, que considero que a una película le falta metraje.