Dentro del cine zombie, encontramos dos categorías bien diferenciadas, por un lado aquellas películas de terror puro y de tintes apocalípticos y por otro lado salvajes comedias llenas de sangre y situaciones delirantes.

En este caso, los zombies toman una tercera vertiente, la social un tanto diferenciada, ya que en la película si bien hay zombies, lo que sobre todo hay es una original y divertida descripción de la Cuba actual, con sus personajes, su estructura social, y un sistema que, sin entrar en más valoraciones, podemos considerar como poco de surrealista.

La verdad es que la metáfora zombie le va bien a esta disección de la realidad cubana, de hecho en un momento de la propia película a un personaje le cuesta diferenciar la realidad zombie de la normal, y en otros momentos los zombies son calificados como disidentes políticos pagados por el gobierno nosteamericano. Es decir relidad zombie y realidad política cubana son perfectamente compatibles.

En cuanto a su realización, esta es solvente, tiene buen ritmo, y algunos momentos francamente graciosos. Una rareza recomendable.