Tras el descomunal éxito que tuvo la primera parte, el realizador brasileño José Padilha nos trae ésta secuela digna a ser candidata a la mejor película brasileña del año. La historia continua con el estilo argumental de la primera, con aires de thriller comercial, nos muestra un narrador omnisciente que nos enseña un punto en concreto de la historia y el resto del desarrollo es un gran flashback que nos explica el cómo se ha llegado a esa situación.

Si recordamos, en la primera parte se hacía una dura crítica a la sociedad brasileña, nos mostraba la violencia en las favelas y el tráfico de drogas. En ésta ocasión se critica a la política actual de Río de Janeiro, exponiendo la corrupción del sistema gubernamental de un país que se beneficia de ella.

Una cinta de gran presupuesto con vibrantes e impresionantes escenas de acción desde helicópteros y una cuidada fotografía que nos sumerge de lleno en la sociedad de Río de Janeiro. Pero su principal problema es su mensaje, que al igual que en la primera, éste parece tener como eslogan: “alístate en el BOPE”. No es una obra maestra, porque para obra maestra ya está ‘Cidade de Deus’, pero si una cinta realista, solvente y estremecedora.

Lo mejor: una propuesta comercial a la altura de la industria.

Lo peor: su mensaje militarista.