Quizá un poco infravalorada película del genial Wilder, que bajo mi punto de vista, está a la altura de sus grandes comedias como "El apartamento", "Un dos,tres" o "Con faldas y a lo loco", y todo ello gracias, en parte, al excepcional trabajo del "alter ego" de Wilder delante de la cámaras: Jack Lemmon. El actor que mejor sabía desarrollar el humor de Wilder, y que, en este film lo hace de manera fenomenal.
Una historia que lejánamente recuerda a la famosa obra de Merimé "Carmen" y escribo lejánamente, porque lejos de un drama, este film es una comedia de principio a fin.
En él un inocente, pero correcto gendarme (Lemmon) es corrompido por una bondadosa prostituta (MacLaine) del barrio que patrulla, llevándolo con esto, a los más disparatados sucesos, que harán que el pobre gendarme se olvide de su lealtad a su profesión.