Esta es una de las películas que mas tardaré en olvidar. Portentosa, gloriosa, una obra maestra. La vi una noche en el dvd y al día siguiente estaba como loco recomendandola a mis amigos y a todo el que se me atravesara. Aún palpitan en mi mente esos portentosos y realistas dibujos de trazo grueso, claroscuros y tonos ocres. Y ni hablar de su banda sonora tan hermosa y dramática que te hace transportarte hasta la historia que te están contando. El director nos narra su cuento sin melodramas ni maniqueísmos, aunque tampoco guarda una distancia cobarde y cómoda. No, Folman condena el horror y lo denuncia desde la óptica de un verdúgo involuntario que prefiere evadirse de sus recuerdos antes que afrontarlos.

Lamento mucho que este poema visual no haya obtenido ningún Oscar. Está visto que esa Academia perdió la brújula hace tiempo. A usted querido lector, no pierda la suya y vaya de súbito a deleitarse con esta joya.