Las comparaciones son odiosas aunque por lo general son inevitables. En el caso de esta película que llega en un momento, para mí demasiado pronto, se me hace imposible no tener que comparar una con la otra. Aunque, también hay que decirlo, deberíamos hablar de cual es mejor una vez este hecha la trilogía si es que llegan a ser tres películas, porque si la comparamos solo con la primera, no es que aquella ganase por mayoría, ya que sacando la icónica escena del beso, era bastante flojita. Lo malo que esta no tiene una escena que la haga grande. Por otro lado, la versión de Sam Raimi llegó después de la versión setentera con un spiderman con pijama de araña y que cada vez que subía por las paredes le patinaba un pie.(Todavía no entiendo el porque).
Pasemos entonces a comparar una y otra version:
-Andrew Garfield contra Tobey Maguire:
Sin ninguna duda Andrew Garfield es mucho mejor Peter Parker que Tobey Maguire, por lo menos tiene más expresión en el rostro.
Emma Stone contra Bryce Dallas Howard (no con Kristen Dunst por ser personajes diferentes):
Decir que Bryce hizo una buena Gwen Stacy debería ser considerado sacrilegio. Emma nació para ser Gwen. Más que nació, Emma es Gwen.
Sally Field y Martin Sheen contra Rosemary Harris y Clift Robertson:
Aquí ganan los de la versión de Sam Raimi. Aunque tío Ben este igualado en las dos versiones, es en el personaje de tía May donde es superada. Tía May es una viejecita tipo Rosemary Harris y no como Sally Field que hasta no se podría decir que fuese viejecita, con mucha vida vivida si, pero viejecita no.
Los malos:
Duende verde es duende verde, da caña y es un cabronazo.
Lagarto es lagarto, eso no cabe duda, pero da mucha menos caña y de cabronazo tiene poco, casi es más victima que verdugo.
Ahora, centrándome ya en el nuevo Spiderman, encuentro esta película inconclusa en cuanto al asesinato de tío Ben. Peter está obsesionado en encontrar al asesino de su tío para que, de la noche a la mañana, ya no es que pase a un segundo plano, si no que desaparece por completo esa obsesión, como si el personaje nunca existiese.
El otro hecho es el de la popularidad de Spiderman. En ningún momento te explican en que momento pasa de ser casi un delincuente para la gente a ser maravilloso para todo el mundo.
Me quedo con la escena en los pasillos de la escuela con el intento de pedir a salir de Peter a Gwen con sonrisitas timidas de uno y otro, baile de san Vito y frases inacabadas. Y es que el amor puede con cualquier efecto especial.