Enemigos públicos

En esta gran película, son más las virtudes que se aprecian que los fallos que presenta. así pues, hablaré primero de los fallos pues sus virtudes son demasiadas. En primer lugar, son innecesarios ciertos movimientos de cámara por la naturaleza de las escenas. En segundo lugar, los secundarios se llevan la palma de la interpretación (sobre todo Marion Cotillard y Stephen Lang, maravillosos los dos) pero sus protagonistas (Depp y Bale) parecen que llevan puesto el piloto automático y su interpretación resulta bastante plana. En tercer lugar, las casi dos horas y media que dura el film se hacen largas. Y ya, no hay más.

Es cine negro, y del bueno. Hay un puñado de escenas estupendamente rodadas, sobre todo las de acción donde Mann demuestra sus dotes como gran director, y excelentemente montadas con un ritmo implacable, aunque le sobren veinte minutos de compás. La dirección artística es grandiosa y refleja de forma perfecta la época que retrata, a esto ayuda la excelente música compuesta por varias piezas de jazz y un score muy conseguido de Elliot Goldenthal, y la sublime fotografía de Dante Spinotti. La historia ya se conoce y avanza por buen camino gracias a un guión bien escrito sobre un libro de Brian Burrough que narra la persecución de John Dillinger (Depp) a manos del agente Melvin Purvis (Bale). El desarrollo está lleno de detalles históricos de cierta importa en los que resalta esa descripción de las primeras andanzas del señor Hoover como director y creador del FBI y su preocupante personalidad, excelentemente interpretado por Billy Crudup. Sin embargo, no es la obra maestra que debiera ser porque aunque el cesto tiene todo los mimbres, la ejecución no acaba de resultar del todo perfecta. Aún así, es cine del bueno y eso es un lujo hoy en día.

El siempre ultra-profesional Michael Mann ejecuta con “Enemigos Públicos” una fascinante recreación del Chicago y los EEUU de los años 20 apostando por dos monstruos de la interpretación como son Christian Bale y Jhonny Deep y una historia real a la que no hay que darle muchas pinceladas para convertirla en un guión ganador. Ver la historia de John Dilinger contra el FBI en estas manos es una entrada a vivir un documental de aquella época casi en primera persona: esos policías impecables, esos federales trajeados, esos atracadores engominados, en un mundo de máquinas de escribir, de teléfonos con micrófono y auricular, sin ordenadores…

Vale que el todoterreno Christian Bale está muchísimo más cómodo que Jhonny Deep (se le nota fuera de sitio sin disfraces, sin kilos de maquillaje y sin Tim Burton que le defienda) pero a los dos les sobra talento para llenar la pantalla con un gesto.

Violenta, trepidante, oscura y misteriosa. Verosímil y emotiva. Visual. Impactante. Profesional, muy profesional. De las de antes, con los medios de ahora. Imprescindible.

Ayer fui al cine a ver Enemigos públicos, tenia buenas criticas, un buen reparto y decidí pagar 5 euros por verla. Ya empezada la película comencé a experimentar multitud de sensaciones, interés, sorpresa, confusión, desorientación, miedo, nauseas, pánico, estrés, miedo de nuevo y finalmente indiferencia. Luego me di cuenta de que estaba hablando con mis amigos, o rascándome un grano sin prestar nada de atención a la película, que intentaba sostener un argumento ridículo con algunos comentarios ingeniosos.Si estáis acostumbrados a una buena interpretación por parte de Johnny Deep o Christian Bale entonces os recomendaría que os quedéis en casa, agarrar una borrachera o hacer flexiones pues son actividades mucho mas entretenidas que ver esta aberración ya que las interpretaciones dejan mucho que desear. Continúo en spoiler.

Desde Solaris, no me cabreaba tanto este hecho. Porque el problema es plantear "Enemigos Públicos" como un blockbuster de acción.

Yo veo en esta obra de Mann, un fantástico documental a través del filtro del homenaje (no entro a valorar si es justificado -o si es correcto- ensalzarlo así) hacia John Dillinger, un célebre ladrón... quizá no de guante blanco, pero sí de marcado corte romántico, un tipo con clase, leal, y al que vemos deteriorarse y atormentarse al esfumarse sus posibilidades, y que deja el pellejo persiguiendo su particular sueño a través del delito.

Y verdaderamente, se ve que a Mann este tipo de personajes le fascinan. Porque el parecido entre Dillinger y el papel de De Niro en HEAT, es más que evidente, por poner otro ejemplo de la filmografía de Mann... aunque se podrían nombrar otros.

Como decía, un vibrante e intenso homenaje, y todo ello a través de una fotografía excelente y una cámara que nos situa siempre en lo más espectacular de cada secuencia. Y como no, con unos tiroteos fantásticamente orquestados. En resumen... rezuma el sello de Michael Mann por todos sus poros. Además, para redondear el conjunto, la banda sonora es realmente buena, y las actuaciones rayan a un gran nivel por parte de todos (y sí, en especial Marion Cotillard).



Claro que el problema llega cuando la película te la venden en los trailers como lo que no es, y luego llegan las decepciones, o el que "la peli es lenta", etc.

Le daría un 9, porque en los primeros minutos se abusa demasiado de la cámara en mano de forma un tanto caótica, y porque el ritmo de la película podría haberse mejorado en ciertos momentos muy puntuales, pero le daré el 10 como contrapunto a algunas críticas absurdas que he leído previamente.

No sé si un único visionado es suficiente para decir que Enemigos Públicos es una obra maestra. quizás haya que esperar un tiempo para así afirmarlo. Pero lo que sí se puede decir desde ya es que la película de Michael Mann merece ser considerada un clásico del género detectivesco, y también una de las mejores películas del año. EP es cine en estado puro, por los cuatro costados. Es de esas cintas que entroncan directamente con la elegancia y en cierto modo la simplicidad del hollywood de antaño, ese que ahora se considera clásico. Michael Mann no se anda con chiquitas, y desde el minuto uno pone todo su saber hacer detrás de una cámara (que es mucho) al servicio del mejor Johnny Depp jamás visto en una pantalla, dejando muy de lado las bizarrías que hace muy bien hechas paraTim Burton. Depp ríe, llora, pega, corre, sufre y se divierte, y el espectador se cree absolutamente todo. A su lado, o mejor dicho, al otro lado, Christian Bale luce inigualable como Melvin Purvis, y Marion Cotillard da un golpe de autoridad con una interpretación simpelmente desgarradora y magnífica, demostrando a otras extranjeras en Hollywood (y no miro a nadie, Penélope...) quién es la mejor. Y mientras tanto el público vibra con la historia de John Dillinger y Michael Mann se disfraza de Scorsese sin perder su esencia. No creo que la película hubiese sido muy diferente si la hubiese dirigido el realizador de Gangs of New York... aunque quizás hubiésemos tenido a Leonardo DiCaprio en vez de a Johnny Depp...

Lo mejor: Depp, Bale, Cotillard, la labor de Mann y toda la segunda hora de película.
Lo peor: Quizás podría haber sido un poquito más corta y no habría pasado nada.