Juego de traiciones

La película tiene un buen guión. Es estupendo escuchar frases pensadas por un buen escritor. El ritmo es muy bueno. El drama personal, muy bien trazado. Y Naomí Watts y Sean Penn son el alma de la cinta.
Sobre la película. Plantea cómo el drama está en la manipulación y los mecanismos del poder que - como en "Todos los hombres del presidente" - nos desvelan que el peligro está en cómo manipular la "opinión pública". Todas las dictaduras y régimenes totalitarios lo saben muy bien.
Un estupendo entretenimiento, da que pensar y ofrece un ángulo muy ácido al comportamiento humano (ver la escena del restaurante). Muy recomendable

Basada en un hecho real, según nos cuentan, alguien opinó que muy bien podía realizarse una película contando los hechos que una agente de la CIA sufrió por culpa de su marido, que se fue de la boca. Se aprobó el proyecto y se pusieron manos a la obra. Se contrataron unos actores experimentados, muy buenos en su papel, una gran dirección, y un equipo muy eficaz.

La cuestión está en que siendo una película sobre una espía, pronto se adivina que estamos ante un drama, y no un thriller. El drama será interesante para el entorno real del caso, para los demás es un drama relativamente. Aquel asunto contra Sadam Husein queda muy lejos, incluso para el mismo pueblo norteamericano, y más para los aficionados al cine, y más aún para los ciudadanos de a pie con mil problemas e infinitamente más graves, porque tampoco es tanto drama que un matrimonio que gana un pastón, un buen día se le tuerzan sus apasionantes vidas por esto y por lo otro, porque es más, creo que hasta les ha venido mejor la polémica surgida porque encima lloran y se aman más, se hacen populares, los platós de televisión les reclaman, y al paro no van a ir, sus jefes les buscarán otro cometido más tranquilo, y a lo mejor, hasta los indemnizan porque el marido tenía razón. Hay que joderse, vaya historia que nos cuentan.

La obra trata sobre un suceso vergonzoso de la Administración Bush para justificar (y crear) el conflicto que fue la guerra de Iraq. Es un relato de parte, es decir, es la versión de las personas que echaron un pulso al poder y, como puede preverse, no salieron indemnes ante tal osadía.

No es imparcial, aunque tampoco se busca eso. La labor documental que hay detrás - básicamente adaptando una biografía previamente publicada- llega a ser interesante.

El reparto lo hace realmente bien: Naomi Watts y en gran Sean Penn sobresalen, el resto interpreta con más o menos pericia sus respectivos papeles pero nunca estos con mal resultado. Un discreto Michael Kelly aparece en escena, (la verdad es que a este último se le dio su momento posteriormente en la existosa "House of Cards").

Doug Liman ("El caso Bourne") lleva la batuta de forma efectiva, en otras palabras: nos llega a convencer.

No me acuerdo en qué cadena en abierto la emitieron... creo que había sido en "La Sexta". Reconozco que es una interesante aportación para ver en un día, como el mío de hoy, de reposo mental tras una noche de juerga.

Con 22 millones de dólares de presupuesto, queda patente que a Sean Penn le tiraba este proyecto, y no por afán mercantilista precisamente.

Tú, que estás al otro lado de la pantalla. Gracias por leer.

Thriller con voluntad de denuncia política que paradójicamente funciona mejor en su parte más dramática gracias al oficio de Sean Penn y a la contenida interpretación de Naomi Watts que no con su carga de moralismo progre ejercida a base de datos, desfile de personajes (la mayoría pésimamente presentados) y material de archivo. Se nota la voluntad por parte del director de darle un toque a la cinta que la emparente con el cine político de los años setenta, pero quizás porque todo lo que cuenta es demasiado reciente y todos estamos sumamente informados de los hechos acaecidos, la película se muestra previsible y cuando el argumento se adentra en la parte más ficticia (con el asunto de la colaboradora que intenta ayudar a su hermano en mente) se echa de menos algo más de nervio narrativo. Estamos pues ante una película que puede llegar a ser apabullante (se necesitaría más de una visión para poder llegar a entender del todo sus múltiples detalles) para el espectador si quiere descifrar el papel que desempeñó cada personaje en todo el turbio asunto y en el que te puedes perder con facilidad. Personalmente me quedo con el proceso autodestructivo que sufrió el matrimonio Plame-Wilson y que queda bien reflejado en la pantalla gracias repito a las buenas interpretaciones de su pareja protagonista. Para lo otro, mejor ver un buen documental sobre el caso.

Lo mejor: los momentazos Penn - Watts

Lo peor: la incapacidad de Liman para hacerla más amena.

Después de todo lo acontecido en la administración Bush y su guerra de Irak, para mi el episodio paradigmático de esos tiempos no tan lejanos es el que se narra (he de decir que de forma muy veraz y ajustada a la realidad) en este film.

Una historia que da para una película, y que desde que se produjo y Watts y Penn se embarcaron en el proyecto, no he hecho más que esperar con ansiedad.

El resultado creo que es más que notable, explica perfectamente la historia con muy buen ritmo, y en la línea de los mejores thrillers políticos basados en hechos reales que el cine americano, en una de sus mejores tradiciones, ha sabido siempre contar.

Las interpretaciones, que decir, para mi Penn y Watts (que ya trabajaron juntos en "21 gramos" y "El asesinato de Richard Nixon") constituyen una de las grandes parejas del celuloide y por separado cada uno está en la cabecera de los actores de su generación, y como no podía ser menos, su interpretación es contundente y de calidad.

Por otro lado la película tiene brío, interesa y entretiene, quizás adolezca de cierta falta de genialidad o emoción, pero creo que es un buen trabajo.

Obligatoria y necesaria.