The Defenders (Serie de TV)

Siempre, y así seguirá en el futuro, hay expectación por ver que tienen planeado los jefazos de Marvel y Netflix, especialmente gracias a 'Daredevil' y sus dos temporadas, más concretamente la primera y la parte inicial de la segunda que son espectaculares. Y luego vinieron los demás superhéroes que más o menos dieron un buen nivel manteniendo el toque adulto y rudo, de los cuales me quedaría con 'Iron Fist'.

Ahora todos los superhéroes se han unido generando las naturales expectativas ya comentadas y, personalmente, por ver de nuevo a Charlie Cox interpretando a Matt Murdock y al diablo de Hell's Kitchen.

Una vez vistos sus ocho episodios ya se puede responder a la incógnita de como estará la serie llamada 'The Defenders', y la respuesta es que no se puede defender mucho.

Una serie que tiene solo ocho capítulos debería ser más directa sin dar demasiados rodeos; lamentablemente hay episodios enteros donde solo es hablar y hablar y hablar, aunque eso no significan que sean malos. De hecho, el cuarto episodio me gustó y es solo cháchara. Mas si que echaba de menos que fueran más al grano, y la verdad es que cuando van al grano de la historia, mejora la serie mucho. Por otro lado, la serie tiene más acción de la que pensaba, por lo que no es tampoco una balanza descompensada del todo.

Lo peor de todo creo que es, sin duda, la incorporación de Sigourney Weaver. No por ella, porque es una gran actriz, pero le han dado un personaje que se queda en la superficie y no la sacan todo su potencial como la villana Alexandra.

Al menos, se nota su sello Netflix para bien, mantieniendo el ya citado toque adulto y rudo que se agradece ver y los cuatro superhéroes se complementan bien entre sí, hay química entre ellos; aparte que no hay picos bajos, sino intermedios con algún notable momento, por lo que no aburre en ningún momento. Además, se ven cosas interesantes para el futuro de algunas series de los héroes en solitario que explotarán cuando lleguen.

No se sabe si 'The Defenders' se quedará aquí o tendremos más entregas. Si así fuese, les daría el beneficio de la duda, el duó Marvel-Netflix puede dar mucho más y la alianza superhéroica es acertada.

El universo televisivo de Marvel se sigue expandiendo, y ahora lo que toca es la típica reunión. Estos cruces suelen prometer mucho, pero en ocasiones se quedan en agua de borrajas. Analicemos lo que ofrece esta nueva serie.
Los cuatro protagonistas que se juntan aquí, nos han dado una de cal y otra de arena en sus respectivas historias.
“Daredevil” empezó flojo pero luego se consolidó, y en mi opinión la segunda temporada supera con creces a la primera en todo. Estuve incluso pensando en modificar mi crítica y ponerla mejor, pero luego me dio pereza y la dejé como estaba.
La serie de Jessica Jones me parece un poco mediocre, haciendo equilibrios entre lo aburrido y lo aceptable. El final de temporada pegó cierto subidón, y por ahora seguiré viéndola. El personaje es interesante, con ese aspecto de buena chica, pero cargada de problemas y amargura.
Luke Cage, por su parte, nos ha traído lo que considero claramente y sin que me importe lo que piensen los demás, directamente una de las peores nuevas series de su año. Aburrimiento concentrado en una serie dramática de ritmo lento en la que casi nunca pasa nada, pero que se aprovecha del nombre del personaje para venderse, y para que la gente la vea y no opine tan mal como yo.
De la del puño de hierro no puedo decir nada, porque ni la he visto ni la pienso ver.
Pues bien, el piloto de estos defensores da muy pero que muy mala espina. Cincuenta minutos en los que prácticamente no pasa nada. Un ritmo muy lento que no se justifica para una temporada de ocho episodios en la que ya conocemos a casi todos los personajes. ¿Para qué pierden tanto tiempo mostrándonos cómo les va la vida a esta gente? Y, para colmo, parece centrarse al principio en sus vidas normales, más que en sus acciones como héroes. Y no es que sean vidas demasiado entretenidas, diría yo.
En este primer episodio, ni siquiera llega a producirse la reunión. Lo único interesante es conocer al personaje de Sigourney Weaver, que al menos parece hacer un papel medianamente interesante como villana, no como en muchas de las películas que ha hecho en los últimos años.
Pues en el segundo no mejora la cosa demasiado. Aún no se han reunido los cuatro componentes del grupo, y sobre el misterio que hubo a finales del piloto no se avanza lo más mínimo. Si solo son 8, ¿por qué no va esto un poquito más dinámico? Las películas de “Los vengadores” son mucho más que la suma de sus partes. Sin embargo, en esta serie, cada secuencia en la que sale uno de ellos, es como si estuviéramos viendo su serie particular. Es casi como ver trozos de episodio de cada una de las cuatro series.
Episodio 3: Reunión y primera gran pelea, muy bien coreografiada y bastante entretenida. Pero eso llega al final, tras mucho mareo de perdiz.
Cuarto episodio: Es muy típico de estas historias que todos anden picados entre sí y que no quieran formar equipo. Pero sabemos perfectamente que lo acabarán formando por muchas vueltas que le den al tema. Y a lo tonto, ya se han chupado media temporada. Aunque tengo que reconocer que ya me empieza a gustar mucho más que al principio.
Quinto episodio: ¡Ahora sí que es una fiesta! Eso dice Scott Glenn al principio en el bar chino ese. Algo de razón tiene. Sigue siendo un tanto lenta, pero verdaderamente empiezan a pasar cosas y es bastante menos aburrida que en su primera mitad. Parece que al final la vamos a poder salvar por los pelos.
Sexto capítulo: Se conoce la amenaza. Ya está todo el argumento planteado. Y aún así, los cansinos de los guionistas siguen empeñados en no darse demasiadas prisas. Un episodio con más investigación y tranquilidad que acción.
Dos últimos episodios: La serie no termina de entusiasmarme en ningún momento, pero al final, como no podía ser de otra forma, se pone mucho más interesante y con dosis de acción más satisfactorias. A buenas horas, porque este cuento se ha acabado (a no ser que hagan más temporadas).
Conclusión: No es más que una serie más de Netflix y Marvel, y la suma de las partes no es mayor ni mejor que las series individuales. No la veo para tirar cohetes.
Las peleas son espectaculares, pero ¿por qué no hay más?

Con las dos buenas temporadas de ‘Daredevil’ y la prometedora ‘Jessica Jones’ parecía que Netflix nos había conquistado para siempre. ¿Porqué no iba a funcionar la pequeña pantalla también para el mundo del cómic si las cosas se hacían con cariño? El problema llegó con la insulsa (pero entretenida) temporada de ‘Luke Cage’ y los palos a ‘Iron Fist’ (que ni siquiera llegué a ver). ¿Había bajado la calidad o se había vuelto todo demasiado predecible?

Es por eso que la llegada de ‘The Defenders’ no era especialmente esperada por quién les escribe. A pesar de ser el gran punto álgido del plan de Marvel, esta reunión de superhéroes en el pequeño formato de ocho episodios se antojaba, de primeras, insuficiente para cerrar los numerosos enigmas que iban proponiendo las distintas series por separado. Así, ‘The Defenders’ sigue a Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist. Cuatro héroes únicos con un objetivo común: salvar Nueva York. Y los temores se confirmaron.

Como ‘Luke Cage’, ‘The Defenders’ está bien hecha y producida, con la marca Netflix, e igual de entretenida. Lo cierto es que la puedes ver en un suspiro, pero a una reunión así hay que pedirle mucho más. Una reunión así tiene momentos graciosos y tiene peleas conjuntas sí, pero también necesita más poso. No puede ser un visto y no visto o un vuelta a empezar.

La sensación que me ha dejado durante sus ocho episodios es que estoy asistiendo a un continuo clímax final que no llega a suceder. Cuando parece que la serie está dispuesta a ofrecerme el más difícil todavía, nunca lo llega a dar. Y cuando termina, lo hace de una forma un tanto insulsa. Lo deja todo listo para volver a comenzar, cada superhéroe por su cuenta. Esto no ocurre en el universo cinematográfico donde cada batalla de ‘Los Vengadores’ tiene un resultado en el comportamiento de Stark o en la forma de actuar del Capitán América.

Es una lástima que ‘The Defenders’ simplemente “esté bien” porque se la podía pedir muchísimo más. Lo mejor es ver a Sigourney Weaver hacer de villana, el resto muy del montón.

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Cinco temporadas después en las que hemos conocido las aventuras por separado de Daredevil, Jessica Jones, Iron Fist y Luke Cage se reúne este cuarteto para enfrentarse a una amenaza que nos han ido introduciendo paulatinamente. Por esta razón es necesario haber visto las series individuales de cada uno, tanto para comprender la historia en toda su amplitud como para saber las motivaciones de cada uno de los personajes. Pero esta especie de Los Vengadores televisivo también viene acompañado de los secundarios que acompañaban a cada uno de estos héroes, lo cual enriquece la trama dándole un mínimo de coherencia y le dota de una familiaridad y de un contexto que sirve para encajar mejor las piezas.

El resultado de toda esta preparación previa son ocho capítulos llenos de intensidad y peleas coreografiadas en los que unen al grupo desde el segundo episodio y que va al meollo de la cuestión contándonos una trama continua que se desarrolla en pocos días y que podría funcionar casi como una película de ocho horas. De todos modos el desenlace se antoja algo escaso y precipitado después de tanta expectación generada y no todos los personajes gozan del mismo protagonismo, aún así divierte a raudales y se ve de un tirón.

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A ver, esta bien si te gustó ver las anteriores series de Marvel y te encariñaste con ellas. El trasfondo de la historia está bueno, pero se desarrolló mal, se podría haber hecho mejor, personalmente la primera temporada de Daredevil me encantó, y como muchos dicen, a medida que avanzaban las series y temporadas, la calidad disminuía.

Esta "miniserie", me dio la sensación de que le faltó calidad técnica. Escenas con aberraciones cromáticas, efectos especiales, que de especial tenia poco, transiciones que parecieran hechas con "Movie Maker". Más que trabajo de un profesional, parece un vídeo hecho con una cámara reflex y editado en el Sony Vegas, por alguien que aprendió con tutoriales de YouTube. Sinceramente esto me decepcionó por parte de Netflix.

La dirección y el guion de la serie, es raro, el concepto esta bueno, pero como dije, el desarrollo no, hay cosas que se podrían haber omitido, y otras que se hicieron a las apuradas. Parece que estaban ansiosos por sacarla, es como si la hubieran hecho solo para que no jodamos, como con Sense8.

Pero tiene sus puntos buenos, hay partes que estuvieron "épicas", por así decirlo, momentos pero como alguien dijo en otra critica acá, se podría haber resumido todo en una película, a la cual le podrían haber dedicado mas tiempo y haberla hecho mucho mejor, que estas 7 horas de serie.

Otra cosa a destacar, es la falta de ese "humor marvel" que siempre hay. Y el poco respeto que se le tenia a los enemigos La Mano, comparado a como se los veía en Daredevil