El muñeco diabólico

Un reboot de un clásico ochentero pasado por un tamiz Brookeriano -- no esá mal como enfoque, la verdad - los problemas de la IA, los juguetes conectados - todo está ya aquí. En términos de zeitgeist, un acierto tirar por aquí - los terrores actuales viran cada vez más hacia la tecnología. Es un hecho.

¿El resultado? Un tanto irregular - aunque posee unos cuantos momentos de LOL - los creadores deciden que hay que tomarse la cosa por el pito del sereno -no del todo, ojo- y juegan a un Small Soldiers sangriento que resulta eficaz a la vez que modesto en sus noventa minutos de duración. Una pena, porque se podría haber sacado más punta a la mala leche del enfoque elegido, pero tiene su aquel y se deja ver. Curioso.

Desde que se anunció, no había muchas esperanzas en que saliese algo bueno de un remake de “Muñeco Diabólico (Child’s Play). Sobre la saga original solo diré que solo merecen la pena las dos primeras entregas, estimables clásicos del cine de terror con muy mala baba. El resto es digno de borrar de nuestras memorias.

El creador del personaje, Don Mancini (responsable, también, del declive de la saga, justamente desde que tomó las riendas de la dirección, y que, por cierto, amenaza con una serie…) ha renegado de esta nueva versión, como si fuese la peste y una blasfemia con todo lo conseguido hasta el momento. Pues bien, no solo es superior a cualquier secuela de la saga (sin contar la segunda), sino que es tan entretenida, efectiva y divertida como las dos primeras entregas.

La dirección de la película es bastante llamativa, sobre todo teniendo en cuenta el bajo presupuesto de la cinta. Los efectos especiales están a la altura, y las muertes están más que logradas (sobre todo la primera, fascinante y violenta a partes iguales). Lástima que haya tan pocas en la película, ya que, en ese aspecto, la cinta podría haber dado más de sí.

En cuanto al guion, en esta ocasión han optado por un robot asesino en vez del asesino en serie que se mete dentro de un muñeco, como en las originales. Al principio me disgustaba mucho este cambio, causándome hasta rechazo hacía el proyecto, pero una vez vista la película, puedo confirmar que han sido muy inteligentes y avispados al introducir las nuevas tecnologías como consecuencia del nuevo muñeco asesino.

Las referencias a aparatos recientes y la era moderna son más que evidentes, así como la crítica a los mismos (el inicio de la película es un bofetón a los peligros que ello conlleva). Han cogido una idea (la de la película original) y la han llevado a su terreno, haciendo algo distinto, pero con la misma esencia (y con también mucha mala leche).

Eso sí, no esperéis una película de terror “de sustos”, ya que la película no da miedo, en ningún momento, pero es que hoy en día es muy difícil conseguir eso, y menos con la premisa que se expone. Yo creo que sería más un thriller violento (aunque es una buena opción para su visionado en Halloween).

A destacar la química entre Andy y el nuevo Chucky, ya que la primera media hora es fabulosa, y parece una película del sello Amblin (hasta deseas que tenga un final feliz esa amistad), pero luego llegan los problemas (muertes, se entiende), aunque es cierto que tarda bastante en llegar la primera víctima (que vuelvo a recalcar que su asesinato es bestia como el solo). Vamos, que le han dado alma y motivaciones a la máquina de matar, ya que en la otra era un asesino que desde el principio tenía claras sus intenciones, sin evolución alguna.

En cuanto al reparto, Gabriel Bateman, que interpreta a Andy, lo hace de forma fabulosa, y su actuación es muy superior a la del niño original (también es cierto que han optado por un protagonista más crecido).
Aubrey Plaza también supone otro acierto de casting, no siendo la típica madre americana, y con algunos matices bastante interesantes. Se trata de una actriz que debería estar mejor valorada por Hollywood.

Lamentablemente, he visto la película doblada (en un trabajo correcto, pero quizás demasiado suave), y me he perdido la voz de Mark Hamill, pero lo poco que he podido escuchar justifica su visionado en versión original, ya que ese hombre es un maestro de las voces. El resto del reparto cumple con creces.

En conclusión, estamos ante un remake/reboot entretenido y muy logrado, que alcanza (o incluso es posible que supere) el nivel de las dos primeras entregas (las únicas buenas de la saga original), y que aporta buenas novedades y no se limita a copiar el material original, ofreciendo un producto de calidad y más que recomendable.
Una sorpresa, y más teniendo en cuenta la larga lista de remakes fallidos del cine de terror (Freddy, Jason, Myers..) que ya nadie recuerda, por no estar a la altura de las originales ni aportar nada nuevo. Afortunadamente, este no es el caso, y espero que haya más entregas, siempre que sean igual de entretenidas y disfrutables.

Bienvenido, nuevo Chucky.

Más críticas: ocioworld.net

Es lo suficientemente distinta como para justificar su existencia y lo suficientemente parecida como para satisfacer a quien busque lo de siempre.

Una película que cumple muy bien con sus modestísimas pretensiones y le da alguna atractiva vuelta de tuerca a lo que ya conoces.

Y personalmente, y digan lo que digan por ahí, es bastante saladilla en cuanto a personajes y situaciones, y bien interpretada, con gracia. De hecho, en este apartado de lo mejorcito en la categoría de bodrietes de serie B.

Dicho lo cual, una más que aceptable propuesta de entrenamiento insustancial, ideal si el gusto por este tipo de cosas y los ánimos están alineados al verla.

Reinicio de la icónica saga iniciada con la estupenda Muñeco Diabólico (Tom Holland, 1988) que ha venido cargada de polémica, ya que Don Mancini, el creador de los personajes y director de las tres últimas entregas de la saga y de una serie que está en proceso, ha demostrado estar completamente en desacuerdo con esta cinta.

Una madre le regala a su hijo un muñeco por su cumpleaños, sin ser consciente de la naturaleza maligna que esconde en su interior.

La principal diferencia de este reinicio con respecto a la entrega original radica en el origen que se le ha dado a Chucky, dejando de lado la parte mística del personaje para darle un origen bastante más moderno que a mí, personalmente, no me convence tanto, en gran parte por el cambio de la actitud del icónico muñeco, haciéndolo por momentos casi entrañable. Por lo demás, estamos ante una entrega más del muñeco diabólico sin mayores pretensiones y con un buen ritmo, mostrando un humor negro y algunas muertes con un gore muy gamberro que divertirán al espectador durante su visionado, en especial si se sabe el tono que maneja la saga en general.

Muñeco Diabólico resulta en un reinicio, que es bastante inferior al clásico del 1988, y cambia casi por completo al icónico personaje para realizarle una renovación poco acertada. Pero por otro lado, es superior a muchas de las entregas ya existentes de la saga y es recomendable para ver una nueva visión de un personaje que tenemos todos en la memoria, y de paso pasar un buen rato.

Nota personal 6/10

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Es inadmisible que esta película tenga mas nota que el clásico. ¿En que se ha convertido la sociedad? estas notas son el reflejo de lo que es la sociedad actual. Un remake que nadie ha pedido, un remake muy inferior al clásico, un muñeco que por momentos te hace pensar, pobre.. le han hecho así, no lo puede controlar.. Chucky ya no da miedo, da ternura y hasta te hace reír.
Y es que a partir de ahora este cine es el que nos podemos esperar, porque visto la nota es el que le gusta a la gente, es la misma sociedad la que se ha cargado el cine.
Me duele muchísimo ver como estas películas son aprobadas y luego son suspendidas otras muy dignas.