Italiano para principiantes

Cuando aún no se habían rodado una docena de films bajo las normas estrictas del denominado movimiento Dogma 95 (firmado por los pioneros daneses Thomas Vinterberg y Lars Von Trier), la directora Lone Scherfig, reconocida internacionalmente en otros films como “Wilbur se quiere Suicidar” (Wilbur Wants to Kill Himself, 2002) o la más célebre “An Education” (2009), rodó en su Dinamarca natal esta emotiva, divertida, romántica como atrevida historia de vidas cruzadas en que se ven implicados seis personajes de diferente índole pero con una única aspiración: aprender italiano.

Un pastor luterano (Anders W. Berthelsen), un antipático camarero (Lars Kaalund), una cocinera de origene italiano (Sara Indrio Jensen), una pastelera (Annette Stoivelbaek) y una peluquera (Ann Eleonora Jorgensen) y el recepcionista de un Hotel (Peter Gantzler). Entre amores a primera vista, vínculos familiares y algún que otro roce, el idioma es lo que menos importa.

Una comedia agradable amenizada con toques dramáticos y que funciona dentro de las normas de ése movimiento Dogma (ley de castidad) que fue más que una forma original de hacer cine, un toque de atención a los nuevos cineastas que se dejaban llevar a la deriva por producciones más costosas y huecas, que no por arriesgadas aventuras no faltas de originalidad.

Pues qué queréis que os diga... En absoluto identifico mi percepción personal de la película con las fantásticas críticas que leo. Me considero un amante de muchos géneros cinematográficos, pero este tipo de películas me suena más bien a traje nuevo del emperador.

Guión inconexo, personajes torpemente sobreactuados o infraactuados, imagen y realización pobre, pésima caracterización de lo que se supone es la personalidad latina y estilo de vida sureuropeo... Vamos, una auténtica castaña de película.

Por favor, si valoráis vuestro tiempo, absteneos de verla.

Es difícil explicar, por qué una película tan aparentemente simple, puede llegar a ser grande. Y es que esto solo se puede explicar por las sensaciones que te va produciendo una vez que la estás viendo.
Son películas que las haces tuyas, las sientes, te identificas con cada uno de los personajes, todos te caen bien, a todos les deseas que les vaya bien en la vida, al mismo tiempo te lo vas diciendo tú.
No me importa que sea DOGMA, o no, el caso es que es una espléndida película. Personalmente no entiendo este movimiento, creo en mi modesta opinión, que podría también realizarse con métodos más clásicos, pero tal y como le ha quedado a la autora, que más le podemos pedir.

Pués yo de esta película recuerdo que me aburrió bastante, y no le encontré el punto por ningún lado, y no soy sospechosa de que no me guste el movimiento Dogma.

La película no está mal, pero comencé a verla pensando que era una comedia con la que me iba a reir un rato y la verdad es que hasta casi el final no aparece un poco este género.

Espero que os sirva mi critica