La hora de los héroes

Película que, tal como ha definido de manera magistral el usuario metabaron, es "muy hyamsiana y muy ochentera". Es decir, peli de acción plagada de diálogos grotescos con toneladas de sarcasmo, humor tontorrón para público palomitero, un protagonista chuleta y sobrao como mandaban los cánones de la época, un romance express que bate todas las marcas de velocidad en dicha categoría, y una historia policiaca endeble y previsible, con tan poca chicha que el guión se limita a camuflarla con diversas escenas estrambóticas de persecución a pie o en coche y que tampoco son nada del otro mundo. Me he pasado la peli esperando que, para compensar la vergüenza ajena que provoca el idilio entre Meg Ryan y un Mark Harmon viviendo aún su época de "Tom Cruise de marca blanca" , la parte de thriller al menos remontase con algún golpe de efecto interesante. Lo cierto es que el argumento no pasaría el corte para formar parte de algún capítulo de "Se ha escrito un crimen".

Pues eso. Muy hyamsiana y muy ochentera.

El irregular Peter Hyams dirige una también irregular cinta donde se mezcla el policial, el amor y los enredos militares en una historia sin mucha chicha y bastante tediosa, por cuanto da unos giros en los que no se sabe bien por dónde se va a encauzar la narración.

Un filme de intriga con poca intriga, sin originalidad, aburrida y predecible.

El reclamo principal es Sean Connery (pues Mark Harmon y Meg Ryan están más bien que mal), un coronel jefe de seguridad de una base militar donde se ha cometido un asesinato. El policía Jay Austin (Harmon) de San Francisco investiga el caso y de paso se enamora de la hija del coronel (Ryan), lo que arrastra la película por una subtrama grotesca de bronquita padre-hija.

Hyams consigue buenas localizaciones y también escenas de acción con cierta habilidad, pero el manejo del romance y los conflictos paterno-fliales es bastante dudoso.

En fin, una película plana, pesadita y desaconsejable. Hay mejores pelis para pasar el tiempo.