La felicidad
1,480
Drama. Romance
François (Jean-Claude Drouot) es un joven carpintero casado y con dos hijos. A pesar de que su vida conyugal con Thérese (Claire Drouot) es placentera, cuando conoce a Emilie (Marie-France Boyer), no puede evitar sentirse atraído por ella y acaban teniendo una aventura. El verdadero problema es que no consigue aclararse con sus sentimientos: ama a su mujer y también a su amante, pero no sabe a cuál de las dos ama más. (FILMAFFINITY)
13 de octubre de 2024
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Gracias Varda !
Mientras al comienzo la Nouvelle Vague iba contra la forma de contar cine, en aquella época identificaban al cine teatral y académico francés, y buscaban una forma disruptiva y contra los valores sociales de una sociedad preMayo del 68, Agnès Varda se preocupaba en representar la vida cotidiana, como Claude Chabrol hizo, pero dando más presencia y voz a lo que sentía la mujer. Sabe reflejar muy bien la moda y las formas de relacionarse, las vicisitudes cotidianas, o sea el espíritu de la época.
La película es como la recordaba cuando la vi hace tiempo. Un padre de familia con una crisis de mediana edad que tiene una aventura con una jovencita y todos los problemas y dudas que eso genera: si la fidelidad exclusiva es realista o no o si vale la pena "romper una familia" y empezar de cero. La película necesariamente se ralentiza en algunos momentos cuando vemos los sentimientos de algunos personajes lo que recuerda al cine de Éric Rohmer.
De todas formas hay películas de la Nouvelle Vague que narran lo mismo de forma más "hiriente" y directa como Jules y Jim de François Truffaut o algunas de Godard, y no se fijan tanto en explicar en profundidad eldevenir de los sentimientos de los personajes. Y se agradece que se haga así. Gracias Varda.
Mientras al comienzo la Nouvelle Vague iba contra la forma de contar cine, en aquella época identificaban al cine teatral y académico francés, y buscaban una forma disruptiva y contra los valores sociales de una sociedad preMayo del 68, Agnès Varda se preocupaba en representar la vida cotidiana, como Claude Chabrol hizo, pero dando más presencia y voz a lo que sentía la mujer. Sabe reflejar muy bien la moda y las formas de relacionarse, las vicisitudes cotidianas, o sea el espíritu de la época.
La película es como la recordaba cuando la vi hace tiempo. Un padre de familia con una crisis de mediana edad que tiene una aventura con una jovencita y todos los problemas y dudas que eso genera: si la fidelidad exclusiva es realista o no o si vale la pena "romper una familia" y empezar de cero. La película necesariamente se ralentiza en algunos momentos cuando vemos los sentimientos de algunos personajes lo que recuerda al cine de Éric Rohmer.
De todas formas hay películas de la Nouvelle Vague que narran lo mismo de forma más "hiriente" y directa como Jules y Jim de François Truffaut o algunas de Godard, y no se fijan tanto en explicar en profundidad eldevenir de los sentimientos de los personajes. Y se agradece que se haga así. Gracias Varda.
14 de mayo de 2009
5 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me sentí un poco extraña viendo ésta película. Si podía ver que me estaban presentando un retrato de la sencillez de la vida de una ciudad pequeña, las pequeñas excursiones al campo, los pequeños placeres cotidianos...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
23 de enero de 2013
4 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soy una admiradora de Ágnes Varda. mejor dicho: soy una admiradora de "Cléo de 5 a 7". Pero esta película me desconcierta. Tiene otra reciente donde muestra su faceta feminista pro-abortista que...vamos, en fin...es su punto de vista. Pero en "Le bonheur", despliegue de maravillosa fotografía, con empalagoso acaramelamiento mozartiano (lugar común del cine francés) y un comienzo que ni Walt Disney, deviene todo una tragedia que le hace a una preguntarse: ¿La felicidad de quién? Este tipo ¿es o se hace?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
1 de enero de 2009
6 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me cago en Varda, es pensarlo y se me revuelve las tripas, este puto mundo esta mal compartido, porque por mucho que nos digan que muy a nuestro pesar, que nos digan que por mas que lo queramos negar, que insistan en que nuestra forma de ver el mundo depende del día, porque no siempre se ve la vida de la misma manera. Unas veces somos positivos, otras veces somos negativos. Pues hoy será mi día negativo, pero la vida, muy a nuestro pesar, por mas que lo queramos negar, o por mucho que dependa del día, la vida siempre es la misma. La felicidad puede ser sencilla, la sencillez puede ser película, a veces roza lo avezado, tanto que mina el atrayente.
Dentro de unos meses, volveré a ver "La felicidad", y me asegurare de si mi antigua votación se mantiene, o si realmente ha cambiado. Entonces conoceré mi verdadera forma de ver la vida, y entonces podré saber si la aprecio lo suficiente, o si realmente lo único que estoy haciendo es perder tontamente unos años, que nunca jamás podré recuperar.
"La felicidad no es completa sin una cabra tocando el violín"
Dentro de unos meses, volveré a ver "La felicidad", y me asegurare de si mi antigua votación se mantiene, o si realmente ha cambiado. Entonces conoceré mi verdadera forma de ver la vida, y entonces podré saber si la aprecio lo suficiente, o si realmente lo único que estoy haciendo es perder tontamente unos años, que nunca jamás podré recuperar.
"La felicidad no es completa sin una cabra tocando el violín"
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here