The Night Visitor

Gran thriller protagonizado por el legendario Max Von Sydow (1929-2020) y la atractiva Liv Ullman, grandes conocidos de la audiencia por protagonizar aquellos inmensos y místicos films del gran maestro sueco Ingmar Bergman.
Película envuelta en un áurea misteriosa y sobretodo muy fría, con todos los elementos de un buen thriller, siendo sencilla pero efectiva y cautivando al espectador desde los primeros minutos hasta su increíble, inesperado y hasta "hitchcokiano" desenlace final.

Sin lugar a dudas totalmente recomendable en todos los sentidos, desde las magnificas actuaciones, las buenas interpretaciones, pasando por la banda sonora (compuesta por otro maestro, Henry Mancini), y como no, por ese magnético e inquietante escenario totalmente frío e invernal que da vida al film, un verdadero placer visual.
Buena.

La típica pelicula desconocida, que uno se encuentra de vez en cuando, y resulta ser bastante entretenida. Una peli desconocida de principios de los 70, que le de mil vueltas a muchas pelis actuales con presupuestos estratosféricos.
Una película más cercana al Thriller que al terror, que tiene muy poco, aunque,Max Von Sydow en un papel inovidable, a veces de miedo. En fin, un film muy recomendable.

Quizás el "terror sueco" no exista, aunque en esta aceptable cinta encontremos ciertos elementos que evoquen a las producciones de la Hammer. La película, si bien tiene un guión que no está mal, la manera de llevarlo a cabo es poco arriesgada y algo convencional. Previsible aunque pretenda lo contrario. Max von Sydow y Liv Ullmann dan gran credibilidad a sus personajes. Se echa en falta una atmósfera más expresionista que hubiese dado a la película el misterio del que carece. La posterior "La fuga de Alcatraz" también recordaría a esta película, aunque con una tensión que "El visitante nocturno" no tiene.

Una buena cinta de terror psicológico, que atrapa desde el principio y no suelta hasta su sorprendente e inesperado desenlace.
Un filme intrigante, bien elaborado desde el argumento y mejor rodado desde su estética y su crispante banda sonora ambiental.
La trama es absorbente en intensidad, nos adentramos en los pormenores de una venganza pensada hasta el más mínimo detalle. La cinta también tiene todas las características propias de las cintas carcelarias, y además se desarrolla en ambientes muy sugerentes para que el nervio y el trastorno psicológico sean las vedettes principales que sobresalgan.
Un filme bien sustentado desde su vigorosa puesta en escena, con muchas situaciones inquietantes pero que pasan más por lo sugerido que por lo exhibido. Una cinta que no se rebaja a mostrar casi nada de sangre, sino que se ocupa de desarrollar una venganza tan bien pergeñada como perversa y que se lleva a cabo en una atmósfera sumamente trastornada.
Por ende, y como dije anteriormente, este filme es muy interesante por su inestable atmósfera psicopatológica, por lo estimulantes que resultan algunas variantes bien maquinadas que sorprenden al espectador, por las buenas actuaciones en general donde obviamente que se destaca Max von Sydow (“El exorcista”) y no le está muy lejos de llamar la atención la bella Liv Ullmann (“Persona”) como actriz secundaria.
Un filme con inquietante y perturbado clima que envuelve y estimula, con un saludable ritmo narrativo que no nos despega hasta el final de las variantes desarrolladas, que goza de húmedos y gélidos escenarios donde se oculta una amenaza encarnada en un ser humano que clama revancha por todos sus poros.
En fin, una buena opción de terror psicológico que insinúa mucho, que atrapa en sus turbada atmósfera y que nos sobresalta con su inesperado desenlace.
Recomendada con un siete, una pequeña joyita ignota a la que todos deberían darle una oportunidad por ser un claro exponente de cómo rodar un filme con poco dinero pero mucha astucia, energía y sorpresa narrativa.

200/60(31/05/21) Interesantillo thriller sueco dirigido por el húngaro Laslo Benedek (Producido por el actor Mel Ferrer), con guión de Guy Elmes (“Al otro lado del puente”) que adapta una historia de Samuel Roeca (especialista en escribir episodios de series tv como “misión Imposible” o “Ironside”), teniendo de protagonista al gran Max von Sydow, y en papeles secundarios a los grandes Liv Ullmann y Trevor Howard. Ello en un relato que te engancha desde su ingeniosos e intrigante arranque en que vemos a von Sydow en camiseta de manga corta, gayumbos y unas botas escapa de una cárcel-fortaleza y surcar páramos helados de nieve, llegar a una granja y allí cometer algún crimen, acto seguido lo vemos volver sin ser visto a la prisión. Tardamos en situarnos en el porqué, donde el núcleo es una retorcida venganza planeada por el convicto, que hábilmente, cual fantasma sabe ‘endosar’ varios asesinatos a su ‘chivo expiatorio’. Siendo el corazón de la historia el juego del gato y el ratón que se establece entre el agente de policía encargado del caso, encarnado por el siempre competente Trevor Howard y el sagaz ratón Salem al que da vida von Sydow. Esto enmarcado por una epidérmica puesta en escena enaltecida por la excelente cinematografía de Henning Kristiansen (“El festín de Babette”), que dota de un clima opresivo invernal de la tundra helada azotada con ventiscas cortantes (se rodó en Suecia y en los estudios Asa y Laterna en Copenhague-Dinamarca), acentuando lo inhóspito de los lares, imprimiendo un estilo gótico melancólico, esto potenciado por la banda sonora compuesta por el gran Henry Mancini (“La Pantera Rosa”), envolviendo las muchas escenas siguiendo al prófugo en una atmósfera ominosa, con melodías de sintetizador con 12 instrumentos de viento de madera, órgano, dos pianos y dos clavecines, consiguiendo un efecto inquietante al hacer uno de los clavecines afinara un cuarto de tono bemol.

Teniendo sus buenos momentos en las escenas de tensión que rozan el terror, donde el protagonista se erige en un claro antecedente de los villanos de Slasher (llámese Jason o Freddie) por el modo de aparecer cual espectro, pero en este caso los momentos de violencia son fuera de campo (estrangulamientos, porrazos con pisapapeles, inyecciones letales, hachazos,...), donde prima el rostro atávico de von Sydow en sus actos. También el director ha sabido componer una espléndida secuencia en silencio del protagonista huyendo de modo metódico de la fortaleza, todo un alarde de elegancia y buena gestión del tiempo para engancharte con él en su ‘gimkana’. Además es de agradecer un final bastante cínico y mordaz, que te deja una mueca de sonrisa agradable.

El pero está en que todo resulta prefabricado en exceso, todo muy artificioso en los movimientos criminales de Salem, una coreografía imposible donde todos los personajes están en el momento justo en el lugar adecuado para que Salem sea un ente invisible para todos. Como no aguanta un análisis toda la parafernalia de Salem para salir y entrar de la fortaleza, maravillosamente expuesto cada movimiento, la tensión se masca, pero todo está cogido con papel de fumar. También la cinta se resiente cuando no está en pantalla von Sydow, pues todo lo referente a los líos familiares y el complot para encerrar a Salem me resulta farragoso, todo muy manufacturado, y máxime cuando los personajes me resultan tan planos como una mesa, donde por mucho que sea Liv Ullman o Trevor Howard, no pueden luchar con la unidimensionalidad de sus roles. Aunque Max von Sydow, dos años antes de encarnar al icónico exorcista Padre Merrick, compone a un antihéroe creíble en su movimientos, en su lenguaje gestual, y manteniendo un duelo vibrante con Trevor Howard en una escena de interrogatorio.

Me queda un film ameno, con algún bajón de ritmo, que sin ser un film a trascender, te entretiene en sus incógnitas, en algunas escenas gráciles de ingenio, y con final divertido. Fuerza y honor!!!