La oscura noche del espantapájaros (TV)

*Una película irregular salvada por el fetichismo

La Oscura noche del Espantapájaros es irregular y seguramente gran parte de ello se deba a su presupuesto limitado. El hecho de ser una película de serie B se nota en su factura, especialmente en una puesta en escena que es plana: Se abusa del plano estático y del plano-contraplano, creando un producto poco imaginativo en estos términos. ¿Por qué entonces ha conseguido un estatus de culto entre tanta gente?

Lo cierto es que más allá de la puesta en escena, La Oscura noche del Espantapájaros consigue crear algunas imágenes bastante icónicas, con mucha fuerza. Por un lado tenemos el fusilamiento del personaje que luego será el espantapájaros, una escena que está claramente relacionada con la muerte de Cristo, con la que hay un claro paralelismo: Ambos muestran a un personaje inocente siendo asesinado por motivos ajenos a él y además ambos acaban su vida en una cruz. Esta imagen de redentor es la que la película utilizará para fusionarla con la del icónico espantapájaros, que tiene su andadura en el cine de terror precisamente en esta película y que posteriormente se ha explotado, todo sea dicho, sin demasiada fortuna.

También en las muertes de algunos personajes La Oscura noche del Espantapájaros consigue un clímax interesante, aunque la mayoría sean fuera de cámara para evitar costes, la manera en como se llega a esa atmósfera de terror previa a la muerte si está bien conseguida. Por ejemplo, el hombre atrapado en el granero o la muerte con la trituradora.

*¿Un slasher?

La Oscura noche del Espantapájaros ha sido generalmente clasificada como Slasher, aunque realmente es difícil de precisar si la película puede pertenecer a dicho subgénero de terror. Cronológicamente si es cierto que en el año en el que se realizó el filme, el 1981 está relacionado de manera directa con la explosión del subgénero, pero hay algunos elementos que parecen discordantes: Los protagonistas principales no son adolescentes (de hecho no hay ni uno en toda la película), sino que se encuentran en la edad adulta y algunos ya son prácticamente ancianos.

Por otra parte, el asesino “slasher” del filme es un personaje que no pretende asesinar sin motivo, sino que su venganza está de alguna manera justificada, y lo que es más (y aquí es donde encontramos la mayor diferencia), en algún nivel subconsciente se puede simpatizar con su modo de actuar por la absoluta injusticia con la que se le trata.

*Ingenua, ante todo

Lo cierto es que La Oscura noche del Espantapájaros vista hoy en día peca de una ingenuidad casi tan infantil como la del personaje deficiente mental que aparece. Las reacciones de los personajes no parecen escritas por un guionista profesional y es seguramente el punto más flaco de la película. Todo es demasiado previsible y quitando el personaje que interpreta Charles Durning (quien es sin duda el intérprete que mejor está en la película), el resto carece de interés.

*Conclusión

La Oscura noche del Espantapájaros se deja ver y es interesante para los amantes del terror, que pueden disfrutar de algunas inquietantes imágenes, aunque hay algunos elementos que restan: Un guion poco atractivo y una puesta en escena pobre.

Escrito por Guillermo Sánchez Ferrer

Un más que digno telefilm, que con escasos recursos saca adelante una interesante historia de terror, con claras influencias del escritor Sthephen King, Sin vísceras ni mal gusto, sugiriendo más que mostrando y jugando con la psicología de los personajes y también reflejando esa América profunda, tan reaccionaria, ignorante y fanática, en resumen, un film que ha creado escuela y al que sería justo reivindicar.

Bubba Ritter (Larry Drake) es un retrasado mental de treinta años con una mente de un niño de seis. Su actitud levanta suspicacias entre algunos habitantes del pueblo por lo que es vigilado constantemente por Otis P. Hazelrigg (Charles Durning) a la espera que cometa alguna imprudencia fatal. Y así sucede. La única compañera de juegos de Bubba es Marylee (Tonya Crowe) una niña que siente un especial afecto hacia él. Cuando los dos husmean en un jardín y ella es atacada por un perro, Otis se toma la justicia por su parte y con sus hombres asesinan a Bubba que se ha escondido bajo los ropajes de un espantapájaros. Pero acaba de cometer un error fatal y el espíritu de Bubba, con la ayuda de la niña, regresará para vengarse.

Película de terror rodada para la televisión que gozó de su popularidad por el fenómeno boca-oreja. Aunque los años no la han perdonado llevándola a su completa disolución (en TVE la emitieron un domingo por la tarde en el espacio “Estrenos TV). Tratándose de un argumento a la vieja usanza y siguiendo los esquemas típicos del “slasher” habitual (degoteo de víctimas por un ente sobrenatural vengativo). Y lo que es más importante, el inicio de la película es todo un homenaje al mito de Frankenstein (Bubba y la niña en el campo de flores) por lo que se va a avecinar una tragedia. La vuelta de tuerca sorprendente que se desarrolla en los primeros minutos de metraje abren la puerta a una premisa interesante pero que va decayendo en lo tópico de los films del género. Obviamente las interpretaciones de Charles Durning y Larry Drake (que interpretó al villano Robert G. Durant en “Darkman” de Sam Raimi) fortalecen éste relato terrorífico olvidado por muchos fans más interesados en masacres en el instituto o en los campamentos de verano.

Una película con mucho carisma, que hace fácil encariñarse con ella.

Si bien está calificada como perteneciente al género terror, yo diría que lo más importante aquí no es el miedo al vengativo espantapájaros, que seamos justos, realmente no da miedo, sino la culpa que tienen quienes asesinaron injustamente a ese pobre muchacho y el sentimiento puro de amistad de su única amiga, quien fue salvada por él en vez de atacada, como pensaban quienes le "ajusticiaron".

Tiene un aire completamente clásico, de la vieja usanza, que le da una ambientación que no es de tensión ni incomodidad, sino por el contrario, de mucha soltura y fluidez en los hermosos campos en que transcurre la cinta.

Insisto, lo que hace tan bella a esta película no es la violencia explícita, ni el terror, ni la complejidad de trama (cosas que no tiene en absoluto), sino su simpleza, su originalidad y su desarrollo prolijo y entretenido, que la convierte en atractiva para disfrutar algo light y sin sensaciones tremendas, que a veces es lo preferible.

Recordemos que la influencia de “la noche de Halloween” empezaba a sentar cátedra. Si tenemos en cuenta que apenas habían pasado 3 años entre ambas producciones y que la segunda parte “Sanguinario” también se estrenaría en 1981, en “La oscura noche del espantapájaros” nos hallamos ante un nuevo concepto sobre un concepto ya utilizado, (valga la redundancia), magistralmente por Carpenter. Sus ambientaciones son un tanto similares, el espectral espantapájaros es algo así como un pariente lejano y más positivo de Michael Myers. Ahora bien su desconocidísimo director Frank De Felitta sabe no copiar, si no recrear una atmosfera muy apropiada, sus actores televisivos no se amilanan e interpretan como si lanzaran el guante al mismísimo Donald Pleasence o a Jaimee Lee Curtis… simplemente magistral.