De origen desconocido

Una enorme rata traerá de cabeza a un sufrido Peter Weller en esta curiosa cinta de terror dirigida por el autor de Rambo II. El argumento es original y la película consigue enganchar con el particular duelo que mantienen Weller y el roedor en su lujosa casa. La tensión y el suspense están bien conseguidos y la película transmite verdadera angustia por la feroz lucha del protagonista por deshacerse de la rata. Weller encarna a un ejecutivo de un banco que recibe una inesperada huésped en forma de peligrosa rata, que le hará la vida imposible mientras su mujer y su hijo están fuera y él tiene entre manos un negocio importante que preparar.

El filme está bien hecho y no parece antiguo. A parte de la hábil dirección de Cosmatos, que consigue salir airoso sin caer en el ridículo por la temática de la película, Peter Weller desarrolla un gran trabajo interpretativo y el director volvió a contar con él para protagonizar la lamentable Leviathan.

De origen desconocido, juega con su titulo para generar suspense y llamar la atención del espectador, pero una vez se desvela el misterio, cae en la sucesión de situaciones forzadas y reiterativas.

Que se esconde tras ese origen desconocido, es el núcleo central de una película endeble y carente de verdadero interés.

Reúne ciertos momentos de misterio y suspense, que se desvanecen según se desvela la identidad del extraño ser que esta generando problemas, en la vida de un hombre felizmente casado.

En el momento que se destapa el misterio y sale a relucir la figura completa del extraño habitante de la casa, la película se limita a presentar situaciones similares, en las que el hombre trata de dar caza al ser.

Además de ese toque de misterio, logra ofrecer un extraño toque de humor, lleno de ironía con guiños a la obra de Ernest Hemingway, El viejo y el mar.
Por lo demás, no parece que sea un argumento que se deba o se pueda prolongar en su duración en demasía, ya que en ocasiones lo poco gusta y lo mucho cansa y esto último es lo que ocurre con esta película, que cansa.

Típica película ochentera donde el escaso presupuesto es bien llevado sin necesariamente mostrar del todo la amenaza para seguir manteniéndote en tensión, mismo esquema que en Alien o Tiburón, un escalón por debajo pero realmente funciona.

Con muy buen ritmo y una interpretación excelente por parte de Peter Weller. Quizás la rata está un poco desfasadilla, pero es lo de menos. La dirección también está muy bien: el director ha sabido dar un buen ambiente, muy claustrofóbico, y la denigración del protagonista esta muy bien administrada a lo largo de la película. No esperéis muchas muertes pues es mas bien terror psicológico. Muy buena...

La soledad y la imaginación no son buena combinación. Acá no hay delirio ni fantasía que valga...¿o sí? La ambiguedad lleva a plantearse muchas cosas. Todos estamos seguros de que allí había una rata enorme y peligrosa, tan seguros como de que ese animalillo aumentaba su poder conforme la obsesión del protagonista se volvía enorme y peligrosa. No se discute que allí había algo: lo que la peli jamás dice es en que terreno esto sucedía, si en la profundidad íntima de un personaje colapsado o en el plano exterior y concreto.

El secreto radica en la cámara subjetiva eterna e inmutable: solo vemos lo que él ve, con sus densidades y magnitudes. Si nos distanciamos todo resulta inverosímil, pero ya no estaríamos en la mente del prota, sino en nosotros mismos, con nuestros propios miedos e inseguridades. Si lo observamos desde afuera ya es otra peli, no lo efectivamente contado.

"De origen desconocido": el título otorga otra pista, ¿cuál es el origen de esos monstruos que creamos? Lo que tanto nos costó construir, como una casa de piso pulido, sin ayudas, sin nadie más, dura tanto como nuestra propia predisposición a "boicotearlo" todo. Para terminar de decodificar ese desenlace: una maqueta no es más que un breve esbozo de todo lo que podemos crear, nuestros cielos e infiernos personales.