Zombis nazis

Dead Snow es la más reciente película de Zombis, al menos la más reciente que he visto, y es agradable ver que desde el resurgimiento del género hace algunos años (con Resident Evil y 28 Days Later) las ideas siguen frescas y que pueden venir de cualquier parte del mundo.

Esta vez le toca a Noruega, donde el director nos cuenta la historia de un grupo de jóvenes que pasan la noche en una cabaña en medio de la nada ¡No puede ser más común! Pero de nuevo es la forma y no el fondo lo que termina por imponerse, con todo lo bueno y lo malo q esto conlleva.

Con esta película pasa algo curioso, no es una parodia, (como scary movie), tampoco es una comedia con estilo propio (Shaun of the dead). Se nota como la idea de un tipo que decidió llevarla a cabo un fin de semana con sus amigos sin mas pretensión que divertirse y divertir un rato.

La historia es lo de menos, los personajes están correctos, tal vez la presentación es algo larga pero sirve para generar algo de atmósfera. A partir de ahí la película se recupera y no para hasta el final.

Estos “Nazombis” son divertidos y mas los humanos que al verse en una situación por completo inverosímil actúan de manera hasta cierto punto lógicamente descerebrada. No son como las reglas de Zombieland, más bien como Ash en Evil Dead. Con algunas sorpresillas y otras no tanto, Dead Snow es una película recomendable para pasar un buen rato en compañía de amigos y reírse de las situaciones, los personajes, zombis, y alguno que otro efecto especial. Pero esta película es sincera, cumple lo que promete, podrán decir lo que quieran pero ojalá el cine de bajo presupuesto fuera tan divertido siempre.

Mucho tiempo ha llovido desde que Peter Jackson presentase en sociedad la que probablemente sea tanto la mejor película de su carrera, mal que les pese a los fans de Tolkien, como la mejor cinta adscrita al género gore que cualquier espectador haya tenido la voluntad y el gusto de saber apreciar. Efectivamente, me refiero a 'Braindead', cinta emblemática donde las haya cuya habilidosa mezcla de terror, comedia y sangre a raudales perfectamente coreografiada por el talento aún humilde de Jackson no ha sido todavía superada por ningún otro valiente, se lo haya este propuesto o no.

Con el subgénero zombie rivalizando a nivel popular con el subgénero vampírico como temática de moda, especialmente dentro del marco de una renacida y recuperada serie B con cierto sabor añejo, el referencial y deudor Tommy Wirkola se apunta a la batalla extendiendo los límites de 'El bunker' de Steve Barker hasta la blanca inmensidad de una nieve nórdica salpicada de sangre, visceras e intestinos. El alma de un Jackson primerizo sirven de referente inequívoco para este loable aunque irregular subproducto, un homenaje confeso que se vale del absurdo y la hemoglobina para intentar, y a ratos emular, el descaro de aquellos productos tan tontos como efectivos que, en tiempos, hacían las delicias de cualquier consumidor de fondo de lo que antaño era llamado un videoclub. En resumen, una tontería simpática salpicada de algún que otro litro de sangre.

En sus dos trabajos hasta la fecha Wirkola evidencia un descabellado tono reversionista, un gusto populista tan bizarro como gamberro: si ‘Kill Buljo’ era una evidente loa hacia Tarantino y su 'Kill Bill', en esta 'Zombis Nazis' el objeto del deseo no es otro que Jackson y su 'Braindead', eso sí, entremezclado con la imprescindible aureola del 'Posesión infernal' de Sam Raimi, referente casi obligado para cualquier incondicional en la materia. Puede que no sea más que un recurso para darse a conocer el fundamentar sus bases en la reutilización de elementos icónicos de autores de tanto renombre, una vía para intentar que su nombre asome a un panorama internacional difícil de alcanzar para un miembro de una cinematografía tan exótica como desconocida, pero Wirkola demuestra al menos un respeto sincero a las directrices de una subcultura que van más allá de un par de chistes o el empleo de una camiseta, algo que redime en gran medida su falta de iniciativa propia emparentándolo con otros remakeadores tan solventes como Alexandre Aja o Marcus Nispel, si acaso con un mayor margen de libertad en sus movimientos.

¿Comedia terrorífica?. Su pingüe sentido del humor se reduce a las bobadas (sin ninguna gracia) que dicen y hacen los protagonistas; treintañeros actuando como si tuvieran catorce años con sus ridículos jueguecitos en la nieve. Los zombis nazis asustan y/o divierten tanto como mi abuela. Los efectos son redundantes y poco imaginativos, y con esto no me refiero a la evidente (y siempre perdonable) falta de presupuesto. El descuidado argumento parece haber sido escrito en diez minutos una mañana de feroz resaca.

No todo vale en el cine gore, los espectadores (sobre todo los aficionados al cine fantástico) debemos ser exigentes hasta con estas propuestas más triviales. Zombieland o Shawn Of The Dead, por citar films que hemos visto últimamente, son buenos ejemplos de lo que debe ser una refrescante comedia zombi. Esto no, no y no.

Y es ahí donde deberían haberse quedado. En el congelador.
Nos presentan a unos zombis que evolucionan. Pasan de tener la velocidad de un ninja a la de robocop.
El maquillaje... si has estado en Halloween en Port Aventura pensarás que tienes una foto en algún sitio con uno de los que salen en la peli.
El argumento comienza prometiendo ser una burla del género, pero termina en los mismos clichés de toda la vida.
La única gracia es en el último tercio de film, donde nos muestran una especie de " 100 maneras de matar a un zombi+bricomania ".
Las chicas son muy monas, sangre a cascoporro y algunos momentos que te hacen reír ( pocos ) es lo que ofrece esta película.
Prescindible en todos los sentidos.

Las referencias a otras películas de terror, aunque pueden hacer gracia si las has visto, resultan demasiado forzadas, sobre todo porque se presentan muy al estilo "Viernes 13 III" con su personaje fan del cine de terror incluido.

Se supone que la película es una comedia, y en muchos momentos parece que intenta emular escenas "rápidas" estilo "Shaun of the Dead", pero de comedia tiene poco.

¿Y no se supone que los zombis no tienen "deseos"? Estos zombis no son personas infectadas, son de verdad muertos vivientes, así que queda relativamente extraño que actúen como si estuvieran pensando en lo que hacen y que se contenten con cosas materiales.

Los personajes no están demasiado definidos, ni los malos ni los buenos.

Y ya basta de traducciones cutres de títulos de películas, "Zombis nazis", queda ridículo en comparación con el título original.

Personalmente creo que hicieron demasiados guiños a otras películas, porque no eran ya solo guiños puntuales, es que toda la trama parecía estar sacada a base de juntar tramas de otras películas de terror.