Okja

Ya hace dos días que la ví y aún no doy crédito... no pensaba que una película sobre un cerdo de dos toneladas podría llegar a gustarme tanto, los primeros minutos son algo lentos pero también se disfrutan aunque no con tanta efusividad como cuando entras en el nudo de la película, una montaña rusa de emociones que te lleva a disfrutar cada minuto como si de la mejor obra de Steven Spielberg se tratara, y para terminar un final a la altura del resto de la película que no quiero destripar, desde luego una película muy recomendable, ojalá la disfrutéis tanto como yo. Sin duda la mejor película que haya visto nunca, toda una experiencia única.
Pd: Baby el cerdito valiente dejó de ser mi cerdo preferido de la gran pantalla este domingo.

Una película como Okja puede ser a veces difícil de calificar. Y no es que sus elementos plásticos funcionen mal: la fotografía está a la altura, así como la edición y los efectos especiales.

El problema quizás está más relacionada con el tono. ¿Cómo de seria he de tomarmela? ¿Está Bong John-Ho haciendo una película alegato anti industria alimenticia o es más bien una crítica de ambas partes en este conflicto?¿Es simplemente la historia de una niña y su adorable amigo?

Lo cierto es que creo que la cinta consigue manejar todas estas tonalidades hasta cierto punto, pero al igual que en sus trabajos anteriores (y en el cine coreano casi en general), hay ciertos momentos en los que la trama y personajes se vuelven algo histriónicos y puede que para algunos, esto no sea bueno.

Servidor se divirtió mucho con el visionado, eso sí, vedla en versión original porque el doblaje español no hace justicia alguna (y he oido que la VO está bastante mejor).

A pesar de mantener un claro mensaje "muy conservador" con respecto al movimiento actual en contra de comer animales, la película no pierde la esencia de emocionar a cualquiera y de crear una aventura en la que Paul Dano sale reforzado.

Grandes actuaciones de Paul Dano y Tilda Swinton, sin olvidar al resto del reparto. Da gusto ver una película en la que difícilmente alguno flaquea o está fuera de lo que su personaje quiere representar (nos guste o no).

Emocionalmente buena, ni tan fuerte, ni tan floja. Quizás peca en forzar ciertos clichés en sus personajes intentando representar el mundo actual. Quizás a alguno le puede resultar un poco masticado la caracterización de los malos y de los buenos. Sin embargo, en esencia, es una película correcta y muy interesante.

Bonito cuento de, quizás, anticipación, con indudables apuntes socio-económico-políticos, donde se ponen en solfa y se denuncian los tejemanejes de las grandes empresas que mienten a todo el mundo para lograr enormes beneficios. Y la lucha desigual contra ellos de grupos de personas que utilizan distintos métodos para intentar que no logren sus propósitos.
Todo ello en este film narrado de forma atractiva, espectacular a veces, con unos estupendos efectos especiales, conseguidas interpretaciones aunque hay excesivos personajes, como el interpretado por Jake Gyllenhaal y una puesta en escena enormemente beneficiada por una extraordinaria fotografía de Darius Khondji.
Muy interesante en todo momento y entretenida, puede que a veces se rompa un tanto el ritmo interno, pero nunca se le pierde la cara a lo importante. La parte final, preciosa.
El claro mensaje ecológico está ahí y aunque en líneas generales no resulte demasiado creíble hoy por hoy, el aviso está presente para quien lo quiera recoger.
Merece la pena. Y en cuanto a la polémica suscitada por ser producción de Netflix y por tanto no poder verse en las grandes pantallas, en los cines, pues, en fin, estoy con que las pelis de cine al menos en este medio hay que verlas, pero en fin, por ahora es una batalla perdida. Otro ejemplo claro de que lo que más importa a mucho/as es la pasta, el dinero.

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Una nueva fusión de las culturas coreanas y norteamericanas, aunque esta vez hay más porcentaje de lo primero que de lo segundo. Una estupenda Tilda Swinton y un demasiado sobreactuado Jake Gyllenhaal ponen la nota excéntrica occidental en una película de estructura oriental, por paradójico que suene esto.

Bong Joon-ho se lo vuelve a pasar bien detrás de las cámaras tras aquella Snowpiercer que, con el paso del tiempo, se torna más y más aburrida. Okja no tiene la comedia de The Host -porque falta un Song Kang-ho que la aporte- ni tampoco tiene la trascendencia de Memories of Murder -ni su casi remake Mother-, pero es una película necesaria en una filmografía de cualquier director.

La historia es simple y a la vez densa. Quedarse en el mensaje vegetariano de Bong Joon-ho es un error, cuando la verdadera crítica se torna hacia las multinacionales y al trato tanto del producto como del consumidor. Todo acaba convirtiéndose en una sátira sobre el control de daños y la manipulación de la opinión pública. Si por el contrario no quieres ir tan lejos, Okja es una película bastante divertida.

Una película por encima de sus nombres. Incluso los secundarios perduran mejor que los teóricos principales. Okja merece mucho la pena y mantiene como mínimo el interés durante todo su minutaje.