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The New Barbarians: Warriors of the Wasteland

Ciencia ficción. Thriller. Acción En el año 2019, el mundo ha quedado devastado por el terror nuclear. Un puñado de supervivientes tratan de llegar a un lugar distante del que provienen unas misteriosas señales de radio. (FILMAFFINITY)
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Críticas 11
Críticas ordenadas por utilidad
30 de octubre de 2009
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una hija de su tiempo en todos los sentidos. El realizador Enzo G. Castellari dirige, o al menos lo intenta, un auténtico despropósito se mire por donde se mire. “Inspirándose” de manera más o menos descarada en algunos exitosos filmes post-apocalípticos de la época como “Mad Max” o la mítica “1997: Rescate en NY”, Castellari crea un auténtico popurrí de tópicos, sinsentidos y bizarradas. Todo ello aderezado con una música lo más ochentera y psicodélica posible (que dicho sea de paso, no está del todo mal), amén de unos personajes que no se sabe muy bien si van o vienen, más planos que una tabla de planchar, y cuyas motivaciones siguen siendo para mí todavía un inescrutable misterio.

Ante tal panorama lo primero que hay que hacer es dejar de tomarse la película en serio y disfrutar de sus múltiples detalles bizarros y casposos. Y entonces, sólo entonces, quizás se le pueda sacar algo de jugo al filme.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
seagal4ever
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16 de septiembre de 2009
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excepcional visión post-apocalíptica de Castellari, hermana en temática e intenciones de sus dos entregas del Bronx, donde se reúnen constantes de su cine y el especial cariño que demuestra a la cinematografía más artesana.

Como en otras películas de su autor, se da prioridad a la acción desenfrenada, frenética y desorbitada a espensas de guión poco desarrollado, con los ciertos toques estilistas muy propios de Castellari (esos ecos "Peckinpahianos") mezclados en esta ocasión con un aura tremendo a Spaghetti Western (Castellari es uno de los directores punteros del eurowestern, con un título tan emblemático como "Keoma") ofreciendo un duelo en toda regla con un descarado guiño a Leone incluído.

Como constancia en este tipo de producciones, el descaro de tomar referencias sin ningún tipo de pudor pero con mucha honradez y cariño hacia ciertas películas americanas (el parecido a la saga Mad Max es más que evidente) es uno de sus principales aciertos, junto con los toques macarras, gamberros y gores mostrados con mucha elegancia y sin ninguna vergüenza.

Y es que el sentido tan particular del entretenimiento que estos films tenían pocas veces ha sido logrado, con un plantel de actores extraordinario: aquí, la estrella de la función Giancarlo Prete se ve desalumbrado cada vez que sus compañeros de reparto, los incombustibles Fred Williamson y George Eastman, aparecen en pantalla.

Gran trabajo de Castellari, que recomiendo ver junto a otras obras del director como "1990: Il Guerrieri di Bronx", su secuela "Fuga Dal Bronx" o algunas cintas de algunos de sus compatriotas como Sergio Martino o Ruggero Deodato, que también tocaron el subgénero post-apocalíptico con "2019: Dopo la Caduta di New York" y "Lone Runner" respectivamente.
Reverendo Wilson
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1 de febrero de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que me suelen gustar bastante estas explotaciones italianas de clásicos exitosos americanos, caracterizadas por ofrecer grandes dosis de entretenimiento con bajos presupuestos, pero con un gran saber hacer en muchas ocasiones.
Bueno, ésta es una de las excepciones y es que el film resulta cutre en extremo y muy pero que muy simple. Y no es excusa el bajo presupuesto ya que he visto película del mismo estilo, con presupuestos similares y además dos de ellas del mismo realizador (Los guerreros del Bronx, La fuga del Bronx) con unos medios técnicos más que decentes, escenas muy bien rodadas y efectos más que aceptables, aparte de un ritmo trepidante y muy ameno lo que las convierte en enormemente entretenidas.
Pues en ésta no hay nada de eso. El ritmo es casi inexistente, acción apenas hay y las escenas que hay son penosas y patéticas consiguiendo provocar risas involuntarias a montones (ver que los actores ni se despeinan cuando supuestamente están siendo asediados por bombas mortíferas y explosiones por todas partes). Los actores no se lo toman en serio, destaco un poco por encima al cabroncete de George Eastman (típico en producciones como ésta), pero los demás son bastante flojos, sobre todo la pareja protagonista, falta química, falta vida, falta todo. El personaje del niño es bastante repelente y da hasta asco. Fred Williamson típico rudo de acción en esta película parece que se pasea luciendo su extravagante indumentaria y los personajes secundarios ya son para vomitar (tanto los buenos como los malos). Los efectos por otra parte son de lo más penosos que puede haber, encima hay pocos.
No le he puesto peor nota porque hay alguna escena bastante perturbadora que levanta el interés de una cinta tan pobre (como la de la sodomización) y porque también me gusta el ambiente, indumentarias y banda sonora totalmente ochenteras y por supuesto a mí me encantan los ochenta. Pero por lo demás hay cintas del estilo muchísimo mejores que ésta, más entretenidas, de mejor realización y más disfrutables.
Tomi Roberts
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28 de agosto de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Vivan los exploitation con gracia y salero! y nadie como nuestros amigos italianos para hacer unas películas tronchantes, cutre-lux, divertidas y con alguna buena hostia bien dada. "Los nuevos bárbaros" entra dentro de este subgénero degenerado que lo mismo te partes la caja de risa como que te da un poquito de vergüencica ajena, sobretodo por las numerosas influencias de la mítica película de George Miller.
Sin paños calientes: "Los nuevos bárbaros" es como Mad Max 2 pero en cutre total. En el año 2019 acaba de terminar una guerra nuclear y apenas quedan unos cuantos supervivientes que se dividen en dos grupos: los buenos, que intentan crear una nueva sociedad de buen rollo, y en el bando contrario hay una mancha de hijos de p*** que se cargan a todo lo que se menea y que si te descuidas te sodomizan entero. Pues bien, entre ambos bandos hay un chulito llamado Escorpión, que en el fondo es bueno y ayuda a la gente, sobre todo si son tías buenas. Pues nada, se pasan toda la película dando vueltas con coches de feria y pegando tiros.
Por un lado, tenemos a ese Max Rockatansky de saldo con un coche tuneado "en el todo a 100" porque más absurdo no puede ser. A parte de unos tubos que no sirven para nada y un maletero con más peligro que una caja bombas, el techo del coche tiene una especie de esfera de cristal transparente que por la noche se pone de un color verde menta y que no sirve absolutamente para nada. Por otro lado, si le das a un botón, las puertas salen volando. Como fiel ayudante de Escorpion está un señor negro habitual en las películas de Casteralli llamado Fred Williamson (aunque me da que su verdadero nombre no es éste) que aquí se pasa toda la película lanzando flechas explosivas (que el arco se lo tuvo que dejar Rambo) y mojando el churro a la mínima oportunidad. Y por último tenemos al niño de la película, que si en Mad Max 2 el peque era un semisalvaje que lanzaba un boomerang asesino, aquí tenemos a este niño que se lo pasa pipa con el tirachinas (el nene es el mismo que el de "Aquella casa al lado del cementerio" de Lucio Fulci).
Mención especial merecen los malos del film, con unos trajes calcados al de las tropas imperiales de Star Wars (de blanco nuclear pero sin el casco) y que a nivel metafórico pierden bastante aceite. Emulando al genial Homungus y a su ambigüedad sexual, los malos de "Los nuevos bárbaros" castigan a sus enemigos a base de sodomizaciones y aquí cae hasta el apuntador.
Y nada más que decir de esta película del todo a 100. Es mala, sí, pero también es delirante y divertida. Aunque todas las escenas de acción estén rodadas en los descampados del extrarradio de alguna ciudad italiana, al menos son de lo mejorcito que ha hecho Casteralli, el cual se caracteriza por perpetrar unas tomas confusas totales. Aquí al menos vemos tiros a punta pala (aunque me pregunto de qué están hechas las balas, porque la gente es que revienta del todo), gente atropellada y quemada viva y unas cuantas chulerías y cipotoides posapocalipticos. Resumiendo: de lo mejor de Casteralli, lo cual tampoco es decir mucho.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
SUSTOVISION
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20 de enero de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Situémonos, estamos en la década de los 80, en pleno “boom” del cine italo-trash, herederos directos del Spaguetti-Western, un puñado de directores y guionistas se centraron en traer versiones menos afortunadas de los grandes éxitos de USA a Europa. Gracias a ellos contamos con cientos de sub-referencias sobre zombies, bélicas, escualos y otros animales gigantes, cyborgs, mundos post-apocalípticos a lo Mad Max...

Entre ellos por supuesto destaca Enzo G. Castellari un auténtico artesano de la caspa y la serie B más zaparrastrosa entre su producción destacaría el interesante Spaguetti “Keoma” con un gran Franco Nero como protagonista, “Aquel maldito tren blindado” cuyas referencias en “Malditos Bastardos” de Tarantino hablan por sí solas, “Tiburón 3” que no tiene nada que ver con la saga que comenzó Spielberg pero se aprovechó de ella para conseguir tirón comercial y la dupla de pelis a lo “Mad Max”: “1990: Los guerreros del Bronx” y la que nos ocupa “Los nuevos bárbaros”.

Recapitulando: en esta peli está ambientada en una era distópica post-nuclear (en 2019 sic), contamos con un puñado de coches tuneados (con plastiquetes varios, el presupuesto es el que es), un antihéroe protagonista con nombre molón (Escorpión) que tiene una relación inexplicable con la heroína de turno. Además de la inquietante presencia de un niño mecánico que no se sabe muy bien qué pinta en este engendro y el siempre formidable y molón Fred Williamson haciendo las suertes de un Rambo kitsch que a buen seguro colmará las expectativas de cualquier cinéfilo trashero que se precie.

Hay escenas ultraviolentas y gratuitas como se podría esperar, efectos especiales de baratillo, explosiones con saltimbanquis y una escena que a mi por lo menos me dejó noqueado por lo fuera de lugar que está. Esta película es diversión pura si no se tiene ningún tipo de expectativa y se conoce lo que se va a ver.

Dios bendiga a la serie B italiana, a todos esos visionarios que plagiaron (perdón, homenajearon) las grandes producciones hollywoodienses de la época. Los 80 fueron unos años insuperables en cuanto a la cantidad de morralla de videoclub, bendita morralla.
Luke_Cage
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