Las insoladas

La propuesta consiste en registrar retazos de diálogos y delirios de cinco atractivas chicas durante un día en la terraza de un edificio, mientras duran las horas soleadas. El recorte temporal no es al azar, esas horas pertenecen a un retazo de los noventa, con alusiones muy concretas, sobre todo tecnológicas y bastante menos sociológicas. El objetivo primordial de las amigas es tomar sol en compañía femenina para no aburrirse y porque es una opción barata, ya que los ahorros no alcanzan para irse de vacaciones.
En el elenco, se entrecruzan estrellas televisivas con actrices del cine independiente y el teatro vanguardista, formando un gineceo posmoderno donde sólo un perro mascota representa al género masculino (fugazmente también los bailarines del acto final que no veremos en primer plano).
A medida que aumenta la ola de calor, ellas irán ajustando los preparativos para participar esa misma noche en un concurso de salsa, donde existe la posibilidad de un premio en efectivo. Porque hay un deseo dando vueltas: el de un viaje a Cuba para prolongar el verano al menos dos semanas, pero como el ocio entretenido exige dinero, ellas se suben a la cresta del vórtice consumista, que a pesar de todo no está para nada distante de los días que corren.

Con pocos pero cuidados elementos formales y temáticos, la naranja se exprime hasta sacarle todo su jugo: una estrategia constante es el gran cuidado estético de las formas: el color, la composición de cada plano, con lo que se va construyendo un verosímil donde las chicas nos mantienen atentos a sus propuestas, confesiones y desatinos.

Aunque en “Insoladas”, la rutina de lo predecible se rompe en breves momentos, en que aparece alguna que otra sorpresa, por lo general se queda en la intrascendencia de un medio tono por momentos agradable, pero que no crece en las distintas escenas demasiado armadas (cuando no forzadas) que se acercan al cliché. Igualmente, sumando el encanto de algunos pasajes, la película tiene el mérito de no ser aburrida mientras transcurre a media sonrisa.

Un desafortunado regreso de Taretto después de la fabulosa Medianeras, también empalmada entre las edificaciones de Buenos Aires. Para esta ocasión y en específico, la azotea de uno de ellos y en el día más soleado del año, 30 de diciembre —un tanto discordante, para quienes vivimos en el norte del hemisferio y que para esas fechas celebramos la navidad e inicio de año entre viento helado, pinos y nieve—, se dan cita seis féminas para broncearse y compartir tanto disyuntivas, angustias, miedos, experiencias, sueños y metas. Una cinta a la exposición de mujeres de hoy, al que agradecidamente neutralizan en cuestiones sexistas que suelen imperar en este tipo de metrajes (encargados de reunir a la voz femenina), pero que al transcurrir su tiempo y el bla bla bla bla, devela que hay charlas poco interesantes y fútiles en estructura, aun cuando el director tiene un gran antecedente.

Nada por enfatizar.

Decidí ver la película "Las Insoladas" porque el trailer parecía bueno y pensaba que sería buena tomando en cuenta que trabajan excelentes actrices como Luisana Lopilato y Carla Peterson pero la acabo de ver y no era como me la esperaba.
Voy a ser sincero: "Las Insoladas" es un bodrio. No tiene enganche. No me sacó ni una sonrisa ni me entretuvo y ni me hizo reír.
Aburridísima. No pierdan el tiempo en verla.
No pude terminar de verla de lo mala que era.
Parece como "Gran Hermano" pero en lugar de estar en una casa es en una terraza y en lugar de chicos son chicas tomando sol en una terraza hablando tonterías como en "Gran Hermano". Un film lamentable.
Las actuaciones malísimas. No se rescata ni una actuación.
Menos mal que no la fuí a ver al cine porque me hubiera quedado dormido de lo aburrida que era.
Un fiasco de película.
Dicen que es una comedia pero no le ví lo cómico en ninguna parte de la cinta.
Todas las actrices diciendo malas palabras todo el tiempo me cansa y me aburre.
Y encima tiene un guión muy pobre.
Olvidable.

Si uno ve esta pelicula lo primero que le sale es esa palabra, con la "a" estirada y con cara de sorpresa.
Muestra a seis chicas totalmente estereotipadas, con las tipicas conversaciones frivolas con las que uno suele cargar a las mujeres que realizan (asi como ellas nos pueden cargar a nosotros que siempre hablamos de futbol).
Son esas charlas a medio tono, sin nada de profundidad, que uno jura que puede escuchar en una playa, una plaza, un bar o un boliche. A eso hay que agregarle el gran proyecto de todas: un viaje a Cuba. Y todo ronda en como lograr dicho viaje para el proximo año.
La ubicacion temporal no es antojadiza: la decada del 90 en la Argentina, justamente criticada por todos los argentinos (o su gran mayoria) por su frivolidad.
Que no se busquen grandes revelaciones, sino simplemente una mera descripcion, quizas algo exagerada, ya que por lo que demuestran en el film, las chicas estas dos pasos arriba de ser infradotadas. Pero esto no es un error de la pelicula, sino lo que busca es eso. Es una descripcion caricaturesca de esos grupos de mujeres y sus conversaciones que uno le parece que ve muy seguido, con sus tipicos lugares comunes.
Las actuaciones estan bien logradas, no aburre aunque no tiene muchas mas pretensiones.
En tren de comparaciones, vendria a ser la version femenina (mas joven), aunque mas ironica, de "El Asadito".

Con una publicidad atrapante, llegó al cine intentando captar al público, su nombre quedó grabada y luego de unos meses pude visualizarla.
Su duración es un denso tránsito de diálogos de seis chicas que van idealizando un sueño a medida que pasaban las horas como lagartos al sol.
Desperdiciar a dos buenas actrices como Carla Peterson y Luisana Lopilato con un pobre guión, no es para perdonar, pero menos se perdona las actuaciones de las compañeras de reparto. En especial Violeta Urtizberea que con su tono chilón llega a producir el hartazgo.
En fin, para escuchar charlas tan vacías, hubiese escuchado a mi hermana y sus amigas, que son más naturales que estas actrices.
Lamentable film argentino.